Ganado, aves exóticas y armas enterradas fueron parte de los hallazgos que hicieron agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en coordinación con el Ministerio Público, en una lujosa finca en Cutris de San Carlos que le pertenece a un hombre de apellido Vargas García, conocido con el alias de Sobrino, presunto cabecilla de una organización dedicada al narcotráfico, principalmente en la zona este de la capital.
Sobrino había sido un objetivo escurridizo hasta el 29 de enero pasado, cuando fue detenido en Curridabat, luego de una persecución que concluyó con un violento choque frente al Colegio Técnico Profesional de Granadilla. Durante cuatro años logró esquivar a las autoridades, pues se presume que cambiaba de residencia constantemente. A él se le investiga por los presuntos delitos de tráfico de drogas y legitimación de capitales en el expediente 21-026211-0042-PE, explicó la Fiscalía Adjunta de Narcotráfico y Delitos Conexos, ante consultas de La Nación.
Precisamente, en el marco de esa pesquisa, este lunes y martes los oficiales de la Policía Judicial y la Fiscalía ingresaron a la finca de 16 hectáreas valorada en ¢145 millones, donde son visibles una vivienda, un rancho y dos bodegas.
Ahí se decomisaron ganado, caballos, ovejas, burros, motocicletas, un buggy (tractomula), un cuadraciclo. También había especies exóticas como un watusi, una raza bovina originaria de África, conocida por sus cuernos largos y curvados, que pueden medir hasta 2 metros de largo y dos emus, que son aves que miden hasta dos metros y son nativas de Australia.
Una particularidad del procedimiento fue que el ganado, los caballos, ponys, burros y ovejas decomisados fueron subastados este martes, como parte de las acciones de gestión de bienes incautados.

Armas enterradas
En Cutris también se encontraron varias armas de fuego este martes, entre ellas dos pistolas, un rifle y municiones. Estas se encontraban enterradas y envueltas en plástico y fueron descubiertas por zapadores del OIJ.
Además de la finca, las autoridades anotaron otra propiedad en Heredia con un valor fiscal de ¢160 millones y decomisaron ¢10 millones en efectivos y ¢100 millones en joyas. En total, las incautaciones ya superan los ¢420 millones; no obstante, el monto puede subir cuanto se estime el valor de las armas y los animales subastados.

Escuela colombiana
Los ¢100 millones en joyas se los decomisaron en enero a Sobrino, pues al momento de la captura portaba una cadena de oro valorada en ¢26 millones, un reloj marca Rolex con incrustaciones de diamantes valorado en ¢40 millones, así como dos anillos y un dije de San Miguel Arcángel con un valor total de ¢34 millones.
Mauricio Boraschi, fiscal adjunto conoce el andar de Vargas García desde hace años. A él se le considera el cabecilla de la banda de de Tío y Sobrino, considerada una de las principales estructuras de distribución de droga al menudeo en Cinco Esquinas de Tibás, Guadalupe, Purral, la parte alta de Coronado y en la colindancia con Granadilla y Sabanilla.
Agregó que Sobrino es un hombre “sumamente violento” que ha ido tomando control territorial en zonas conflictivas, donde impone sus ventas de droga a la fuerza y ha provocado un incremento en los hechos violentos en esas comunidades.

“Este sujeto ha llegado a un nivel de liderazgo importante, podría ser similar al de Manzanita (Dennis Cabrera Espinoza), Pollo (Luis Ángel Martínez Fajardo) o Indio (Marco Antonio Zamora Solórzano) en su momento. Ha sido una persona sumamente cuidadosa en la forma de manejarse para permanecer oculto y seguir con su actividad.”
Así mismo detalló que el uso de joyas por parte de “Sobrino” responde a un método empleado por estructuras criminales colombianas. “En caso de que alguna autoridad lo atrape, él puede dar a cambio de la libertad alguna joya o bien, si huye y no tiene efectivo, puede cambiarlas por dinero.
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Michael Soto, subdirector del OIJ, reconoció, en enero anterior, que Vargas es un sujeto escurridizo. “Nos costó bastante tiempo poder ubicarlo y detenerlo”, expresó. Las investigaciones contra el grupo iniciaron en 2021.
Gracias a labores de inteligencia, se determinó que Vargas prefería conducir los vehículos en los que se movilizaba. Hacía alarde de sus habilidades al volante. No era vecino habitual de Granadilla, pero había alquilado en la zona por un periodo corto.
Rival de Shaggy y otras organizaciones
El subdirector de la Policía Judicial confirmó que “Sobrino” mantiene, desde hace años, conflictos con integrantes de otras organizaciones criminales. Entre ellas, una liderada por un sujeto conocido como “Shaggy” (Quesada Meléndez), que opera en León XIII, en Tibás.

Según publicaciones anteriores de La Nación, Quesada Meléndez, hoy de 37 años, ha sobrevivido a varios atentados. El primero ocurrió en febrero del 2020, cuando desconocidos dispararon contra el vehículo en que viajaba con un sobrino político, Kevin Alberto Chacón Alfaro, de 19 años. El joven murió en el sitio.
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En febrero del 2022, mientras viajaba con su familia en un vehículo 4x4, pistoleros en motocicleta emboscaron el carro en la ruta 27. Su hijo, de apenas dos años, falleció en el ataque.
A “Sobrino” también se le vincula con disputas por el control de territorios en Guadalupe, Los Cuadros y otras zonas de Tibás. Las pesquisas apuntan a que la banda de “Tío” y “Sobrino” podría estar implicada en entre siete y ocho homicidios. Sin embargo, Soto declinó brindar detalles.
“Tío”, un hombre de apellidos García Anchía, cumple prisión desde enero del 2021, por su presunta participación en el asesinato del sobrino político de “Shaggy”. También se le investiga por liderar un grupo que vendía drogas en barrio Sinaí de San Rafael de Montes de Oca.