- Oda al amor en el cementerio general de San José
Una historia de amor envuelve a la escultura de Luisa Otoya, que se ubica en el cementerio general de San José. La historia cuenta que Otoya nació el 7 de marzo de 1857, hija del economista peruano Francisco Otoya (dueño original de los terrenos del parque Simón Bolívar y el Barrio Otoya). La joven se casó en 1875 con el austriaco Antonio Amerling Capitelo, quien llegó a Costa rica para construir un imperio agrícola. Poco tiempo después nació su único hijo, Francisco.
Sin embargo, la salud de Luisa se deterioró y fue trasladada a Alemania, donde le diagnosticaron un “padecimiento severo en los riñones”. Intentaron operarla pero la joven no resistió y falleció el 21 de noviembre de 1893, en Trieste, Italia.
Por ese motivo, su esposo, Antonio, le pagó al escultor venezolano Eloy Palacios para esculpir en mármol una representación de Luisa acostada, que fue trasladada en barco hasta Costa Rica y, desde entonces, permanece en el cementerio general de San José.
- Escríbale a Julieta
La novela romántica Romeo y Julieta, de Wiliam Shakespeare, se desarrolla en la ciudad de Verona, en Italia. Esta obra cuenta la historia de dos amantes desafortunados que pertenecen a familias enemistadas. En el convento de San Francesco al Corso, en Verona, se encuentra la supuesta tumba de Julieta, a la que cientos de enamorados envían cartas cada año.
Según reportó la cadena británica BBC, en 1937 el hombre a cargo del mantenimiento de la tumba comenzó a reunir las cartas y a contestarlas, firmando como “el secretario de Julieta”. Otras personas asumieron luego la tarea, pero llegó el día en el que nadie más lo hizo. Sin embargo, las cartas seguían llegando.
Por ese motivo, en 1990 el alcalde de la ciudad le pidió a Giulio Tamassia, presidente del Club Julieta, encargarse de las cartas, de manera que retomaron las respuestas con ayuda de colaboradoras que hablaban otros idiomas.
- ¿Dos San Valentines?
Según el Martirologio Romano de la Iglesia católica, el 14 de febrero se conmemora da dos santos llamados Valentín. El primero fue un sacerdote y mártir nacido en Roma, que después de realizar varias curaciones, fue asesinado y degollado bajo la orden del emperador Claudio César.
El segundo fue un obispo nacido en Terni, Italia, que después de ser golpeado durante un largo periodo fue encarcelado y, al no poder vencer su resistencia, fue arrastrado secretamente a media noche y degollado por Plácido, el prefecto de Roma.
Según la Iglesia, el Valentín romano y el terniano tienen demasiadas similitudes, en especial sobre el lugar de la tortura y el entierro, por lo que podría suponerse que en realidad se trata del mismo mártir.
- El primer beso en la historia del cine
El primer beso en la historia del cine se dio entre la actriz May Irwin y su compañero John Rice, en abril de 1896. Se trató de una película muda de 18 segundos de duración, grabada en el Edison’s Black Maria Studio ubicado en Nueva Jersey; contó con la dirección de William Heise y la producción de Thomas Alva Edison.
En 1999 la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos declaró el filme como “culturalmente significativo” y fue archivado en el Registro Nacional de Cine de ese país.
- El primer beso registrado
El primer beso del que se tiene registro data del año 2.400 antes de Cristo (a. C.), según una investigación de los daneses Sophie Rasmussen y Troels Arboll. Esta expresión de amor fue grabada en el Cilindro de Barton, una tablilla de arcilla que fue desenterrada en la antigua ciudad sumeria de Nippur, en 1899.
La tablilla fue nombrada en honor a George Barton, profesor de lenguas semíticas en el Bryn Mawr College, quien tradujo el cilindro 19 años después de su descubrimiento. En el texto, una divinidad masculina llamada Enlil, tiene relaciones sexuales con la diosa madre Ninhursag, hermana de Enlil, y luego la besa. En medio de estos juegos divinos, la divinidad masculina planta la semilla de “siete gemelos de deidades” en su vientre.
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- Amor: ¿en el corazón o en el cerebro?
Científicos coinciden en que la sensación de enamoramiento se procesa en el cerebro, pero, ¿por qué dibujamos corazones? El culpable es Aristóteles. El filósofo griego afirmó que la mente y los sentimientos residen en el corazón, ya que este es sensible a las emociones -se acelera cuando vemos a alguien amado-, mientras que el cerebro es imperturbable. Además, el corazón puede sentir dolor, mientras que el cerebro carece de receptores nerviosos, por lo que no puede sentir. 2.500 años después de Aristóteles seguimos utilizando expresiones como “el corazón en un puño” o “romperse el corazón”.
- Único primate monógamo que vive en grupo
Los humanos somos el único primate monógamo que vive en amplios grupos que se mezclan en gran número. Decenas e incluso cientos de personas en edad reproductiva comparten un aula universitaria, la platea de un cine, una sala de conciertos, reunidas en unos pocos metros cuadrados. Algo impensable en orangutanes, gorilas o chimpancés, pues la tensión y las peleas estarían a la orden del día.
- San Valentín sustituyó un rito pagano
El día de San Valentín, que se celebró este 14 de febrero, fue creado por la Iglesia Católica con el fin de sustituir las fiestas lupercales, un rito pagano que se realizaba para favorecer la fertilidad y en el que había sacrificios de animales. La Iglesia buscó sustituir la celebración pagana por un evento más noble, que representara el amor y la amistad.
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- ¿Quiénes mandaban en el hogar?
De acuerdo con la historiadora Eugenia Rodríguez el Censo de 1843-44, se aprecia que “76,5% de los hogares del Valle Central eran encabezados por hombres y el resto por mujeres”. Las mujeres lideraban los hogares en hasta 40% en ciudades y 20% en aldeas.
- Costa Rica reconoció unión de hecho en 1995
Costa Rica reconoció las uniones de hecho el 28 de agosto de 1995, cuando se publicó en La Gaceta una modificación al Código de Familia. De esta manera, se dio validez a las relaciones de pareja que no se encuentran en matrimonio, pero que viven una relación pública, notoria, única y estable por más de dos años. Quienes cumplan estos requisitos tendrán todos los efectos patrimoniales de un matrimonio formalizado.