Randall Azofeifa, en 2014, hizo todo lo posible por volver al fútbol nacional... al equipo que en ese momento era el de sus amores: Saprissa. Sin embargo, por más que él lo buscó, el interés morado nunca fue recíproco. Así, cuando parecía que la carrera de Randall se detenía, apareció un plantel inesperado: Uruguay de Coronado.
Esa puerta amarillo y negra fue la que le permitió al volante volver a demostrar su valía y retomar su carrera en Costa Rica, al punto de meterse en la lista para Rusia 2018.
“Estoy contento, dicen que uno vuelve a donde fue feliz. La verdad, casualmente, 10 años después vuelvo a un equipo que quiero. La confianza que me dan hay que hacerla valer”, afirmó Randall Azofeifa, quien inicia carrera como técnico, si bien ya había dirigido interinamente algunos partidos en Sporting.
Azofeifa llega en lugar de Alberto Salomón, quien afrontará un nuevo reto en la Primera División.
El exjugador de Herediano reconoció la importancia que tuvo el plantel de la Liga de Ascenso en su vida.
“Uruguay fue la puerta, ese gran trampolín que me ayudó a insertarme de nuevo en la Primera División. La vida y el fútbol nos han tenido siempre unidos, y eso me tiene muy contento”, reconoció.
Randall explicó que los charrúas están en el top 3 de los equipos que más quiere en su vida, o que más huella le han dejado, ya que con Saprissa debutó, se hizo ídolo de Herediano, y Uruguay fue la mano amiga cuando pocos creyeron en él.
“Uruguay tiene un lugar muy especial en mi carrera y en mi corazón. Siempre he tenido que reconocer la oportunidad que me dio don Freddy Campos en aquel momento y la que me da ahora”, finalizó.