
Rosario, Argentina. “Un Newell’s - Central supera cualquier clásico del mundo, pero te voy a decir que eso solo lo entiende el que lo vive. No tengo duda de que es el clásico más pasional del planeta y, a la vez, el más tenso”, así de claro me describió Jorge Ojeda, un vendedor ambulante que se sitúa en las afueras del estadio de Newell’s, el Coloso Marcelo Bielsa.
La semana del duelo que vivirá Keylor Navas, arquero tico de Newell’s, por primera vez, estuvo llena de conversaciones, pero también de precauciones entre ambas aficiones. Los de Central lanzaron un video en redes sociales cantándole a los de Newell’s, quienes, a esta altura, lo único que piden es no perder frente al acérrimo rival.
“A la gente de Newell’s poco le va a importar el antecedente que traen, es que el tema con ellos va mucho más allá. Para los ‘Leprosos’ se termina la crisis si se logra ganarle a Central”, afirmó Hernán Cabrera, comunicador experto en los rojinegros, ante el enviado de La Nación para cubrir directamente desde Argentina los compromisos de Keylor esta semana.
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Desde mi llegada, gente cercana al mundo Newell’s me dijo: “Si venís, no traigas nada amarillo y azul, porque ya sabes que acá la tensión sube”. Así fue cómo se vivió la semana: en las cercanías del Coloso nadie llevaba la camisa de Central y, cuando apareció uno, solo escuché el comentario: “Deja de provocar”.
La seguridad es todo un tema previo al juego. Don Manuel, un taxista, confesó: “Mirá, yo tengo claro que voy a la cancha, pero si algo también quiero dejar en claro es que mi hijo no irá conmigo... Qué va... Vamos a ver cómo está eso, pero es mejor evitar”.
Así como no se puede ir cerca del mundo Leproso con los colores del rival, lo mismo sucede cuando se va al otro sector de la ciudad, donde se encuentra la sede de Central.
Del sector sur de Rosario, los postes son rojinegros; al contrario, en el sector de Central son amarillos y azules.
“El clásico de Rosario es el más lindo del mundo, por lo que genera y la pasión, porque nos dividimos en hinchadas y en todo, la verdad es esa. Hay un contexto particular en este momento que nos tiene a todos pensando, pero aspiramos a que se viva con la mayor tranquilidad posible. Espero que el partido genere un ambiente llevadero”, expresó Pablo Javkin, intendente de Rosario.
El partido se juega con fuerza desde la previa. Por ejemplo, el día de las conferencias de prensa, el representante de Rosario Central, Facundo Mallo, mostró un semblante muy serio, totalmente diferente al que tenía Keylor Navas.
Está clara la prueba de fuego para Newell’s, sobre todo porque una derrota dejaría al club en una crisis sin precedentes, con el comité directivo pendiendo de un hilo y su entrenador, Mariano Soso, totalmente insostenible en el cargo.
No obstante, un clásico es un juego diferente y Facundo Mallo lo sabe: “El que maneje mejor la carga emocional es el que tendrá ventaja, creo que así es este partido y lo sabemos”, sentenció.
El encuentro genera tanto interés que, desde el lunes anterior, las filas en la boletería del Marcelo Bielsa no descansan. Aunque la entrada está asegurada, todos los socios deben cambiar sus códigos por entradas físicas, ya que, por seguridad, solo estas están permitidas.
Este domingo, la barra de la Lepra estará desde cuatro horas antes del juego en las inmediaciones del estadio, esperando a su equipo y al rival, con el fin de exigirles a los primeros y crear un efecto de ‘miedo’ en los segundos.
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“¡Ese día no sabes lo que es eso... Tremendo! Lo que se va a armar... Si te digo que Newell’s gane, porque si no... Mejor agarrarse”, advierten otra persona que ronda el Parque Independencia.
La ciudad de Rosario entrará en trance este domingo a las 5 p. m. (2 p. m. hora de Costa Rica). Durante dos horas, nadie saldrá, los negocios se cerrarán y la ciudad se dividirá. Independientemente del resultado, luego del partido, volver a la calma no será sencillo... Keylor vivirá por primera vez un clásico en el que la pasión se desborda a niveles inimaginables, y todo lo que venga después dependerá de un resultado.
Este clásico es tan complejo que una madre, conductora de Uber, aseguró: “Prefiero 1.000 veces que mi hijo vaya con su padre fuera de Rosario, aunque nunca lo ve, antes de que se vaya a la cancha... Es mayor mi preocupación”.
Esta cobertura es posible gracias a la Agencia de Viajes Gurú.