Por primera vez en casi tres décadas, Liga Deportiva Alajuelense se prepara para rendir homenaje a otra de sus leyendas con una decisión que, para muchos, tardó 16 años en llegar. La dirigencia rojinegra aprobó de manera unánime la propuesta presentada por 59 asociados del club: retirar el icónico número 6 en honor a Wílmer López, conocido como el Pato.
El anuncio oficial está próximo, pero la iniciativa de la hinchada ya genera emociones entre los aficionados y el propio homenajeado. “Me toma por sorpresa, lógico, porque jamás pensé que estaban haciendo algún movimiento de esos... sinceramente de corazón quiero agradecerles a toda esta gente”, expresó López a La Nación, dejando en claro el significado que este reconocimiento tiene para él.
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El largo camino del número 6
El último número retirado por Alajuelense fue el 20, en honor al inolvidable Mauricio Montero, conocido como el Chunche, en septiembre de 1997. Han pasado más de 27 años desde entonces, y muchos consideran que el dorsal 6, utilizado por Wílmer López durante su brillante carrera, merece ya un lugar especial en la historia del club.
Los asociados que impulsaron esta propuesta se preguntan cómo una figura tan emblemática como el Pato López no había recibido este homenaje antes, pero coinciden en que “nunca es tarde para hacer justicia a una leyenda”.
Además, este diario sabe que la dirigencia rojinegra celebra la iniciativa de los socios y ya trabaja en los preparativos para rendir homenaje al volante, quien, con su zurda mágica, hizo vibrar las gradas de la Catedral no solo con goles, sino también con sus famosos pases “de callejón” —como él mismo los describe—, que tantas veces dejaron a los atacantes frente al gol, especialmente a Jozef Miso. También supo darle rienda suelta a la velocidad de Carlos Castro, el inolvidable lateral izquierdo, socio y cómplice del Pato.
Wílmer López: ícono rojinegro
Wílmer López no solo es recordado por ser un referente dentro de la cancha, sino por su lealtad al club y los logros que acumuló en su carrera. En sus dos etapas como jugador con la Liga (1993-1998 y 1998-2007), conquistó siete títulos nacionales y trofeos internacionales, como la Copa de Campeones de la Concacaf en 2004.
Después de su retiro como futbolista profesional en 2009, el Pato extendió su legado al convertirse en entrenador del equipo femenino de Alajuelense, con el que ha ganado ocho títulos nacionales y dos Copas Interclubes de la Uncaf. Su capacidad para inspirar victorias tanto en hombres como en mujeres es un testimonio de su influencia en el fútbol costarricense.
El precedente del número 20
El dorsal 20, retirado en honor al Chunche Montero, marcó un antes y un después en la historia del club. Montero, un defensor querido no solo por su talento sino también por su carisma, dejó una huella imborrable en la afición rojinegra. Desde entonces, ningún jugador ha vestido ese número, un gesto que simboliza la grandeza de aquellos que trascienden generaciones.
Ahora, la decisión de retirar el número 6 refuerza el compromiso de Alajuelense con su historia y sus ídolos. La espera de 27 años para un nuevo homenaje refleja la importancia que el club otorga a este tipo de gestos.
Con esta decisión, el Pato López se une al reducido grupo de leyendas rojinegras que reciben el honor de ver su número inmortalizado. Este reconocimiento no solo celebra su legado, sino que también envía un mensaje claro: los grandes nunca serán olvidados en Liga Deportiva Alajuelense.
El número 6 dejará de estar disponible para los jugadores, pero vivirá para siempre en la memoria de quienes vibraron con cada pase, gol y campeonato de la mano de Wílmer López.