
Bruselas. La Unión Europea (UE) lamentó que el gobierno de Donald Trump decidiera recortar los fondos que Estados Unidos destina a la cooperación internacional.
No obstante, reconoció que está fuera de sus capacidades llenar la brecha en ayuda exterior que provocará a nivel global la abrupta decisión del gobierno norteamericano.
Marco Rubio, secretario de Estado norteamericano, anunció el pasado 10 de marzo la cancelación del 83% de los programas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que representa una parte importante de la ayuda humanitaria que circula a nivel mundial.
“Hemos tomado nota con pesar del anuncio realizado por el secretario Rubio, en el que se informa que el 83% de todos los programas de asistencia exterior de EE. UU. serán terminados, tras una revisión de seis semanas”, expresó al respecto la Comisión Europea, ante una serie de preguntas planteadas por La Nación.
El 28 de marzo, el gobierno de Trump confirmó la disolución de facto de la USAID. La medida ha sido cuestionada por diversos países y organizaciones humanitarias.
El Departamento de Estado y la propia USAID notificaron al Congreso su intención de emprender una reorganización que implicaría transferir ciertas funciones de la agencia al Departamento antes del 1.º de julio y eliminar otras funciones que no se ajusten a las prioridades de la administración.
Compromiso para seguir brindando ayuda
Consultado sobre las capacidades para cubrir el hueco presupuestario que sufrirán los países receptores de la ayuda, el bloque declaró que “la UE no puede llenar el vacío dejado por Estados Unidos, pero no retrocederá en sus propios compromisos”.
“Hemos sido y seguiremos siendo un socio confiable y responsable”, afirmó.
Creada en 1961, la agencia USAID distribuye ayuda humanitaria mediante programas de salud y de emergencia en 120 países. Su presupuesto anual, hasta ahora de $42.800 millones, representa el 42% de la ayuda humanitaria distribuida en todo el mundo, según informó la agencia de noticias AFP.
En el caso de Costa Rica, la USAID cerró operaciones en 1996, tras casi 50 años de cooperación económica y social, pero mantiene algunas intervenciones.
UE: Recortes afectarán la estabilidad y seguridad mundial
En su segundo mandato, Trump ha emprendido una cruzada drástica para recortar gastos, incluida la cooperación internacional.
La UE pronosticó que los impactos de la terminación de la ayuda exterior estadounidense, “serán importantes e inmediatos, y se sentirán globalmente, con consecuencias de gran alcance en la vida de las personas y en la estabilidad y seguridad mundial”.
“Mientras esperamos los detalles de los programas que serán terminados, la UE continúa monitoreando la situación, con especial énfasis en los intereses clave de la UE y en la asistencia humanitaria que salva vidas”, agregó.
La UE aseguró que el bloque, junto con los Estados miembros, brinda el 42% de la ayuda al desarrollo global y el 28% de la cooperación humanitaria mundial, bajo un enfoque titulado Team Europe.
A través de la iniciativa Global Gateway, la UE espera movilizar 300.000 millones de euros para 2027 en inversiones para el desarrollo sostenible.
Entre 2021 y 2023, la UE, los Estados miembros, el BEI (Banco Europeo de Inversiones) y el BERD (Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo) movilizaron inversiones por un valor de 179.000 millones de euros en apoyo a la implementación de Global Gateway.”
“La UE sigue comprometida con los países frágiles, que enfrentan inestabilidad o situaciones complejas, y nuestra ayuda humanitaria continuará para salvar vidas y aliviar el sufrimiento a nivel global”, resaltó.
Cooperación internacional en Costa Rica
En 2023, Estados Unidos se convirtió en el principal donante bilateral de Costa Rica, con un aporte de $58,33 millones, lo que representó el 63,/% de la cooperación bilateral total, deacuerdo con un estudio del Ministerio de Planificación y Política Económica (Mideplán), publicado en agosto del 2024.
La ayuda norteamericana superó la brindada por Francia, por medio de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), que había sido el principal socio bilateral del país durante los tres años previos consecutivos (2020, 2021 y 2022), pero que para el 2023 no reportó aportes de cooperación hacia Costa Rica.
Por su parte, el principal socio multilateral, por segundo año consecutivo, fue el BCIE, con un ofrecimiento total de $1.002 millones, representando el 45,2% de la cooperación financiera.
Según el Mideplán, al ser Costa Rica clasificado como un país de renta media alta por los organismos internacionales, el país enfrenta restricciones para acceder a la ayuda oficial al desarrollo (AOD), fondos concesionales y tratamientos preferenciales en el ámbito comercial.