Descubrir la inteligencia artificial (IA) generativa fue, para mí, como tropezar con una biblioteca sin fin en medio del universo: llena de portales hacia ideas y mundos que ni imaginaba. Aunque hay quienes se alarman y predicen que la IA acabará con el pensamiento humano, cuanto más la exploro, más me maravillo del potencial que tiene para hacernos la vida más rica y plena. Y si hay un ejemplo que me entusiasma especialmente, es su impacto en uno de mis pasatiempos de toda la vida: leer. La IA no viene a reemplazar este hábito que cultivo desde la infancia, sino a potenciarlo de formas que difícilmente habríamos soñado hace poco tiempo.
La IA está cambiando por completo la forma en que nos relacionamos con los libros. Ya no se trata solo de pasar páginas o deslizar el dedo por una pantalla: ahora podemos vivir la lectura como una experiencia mucho más rica, personalizada y emocionante. Gracias a esta tecnología, encontrar un buen libro para leer se vuelve algo sencillo y hasta divertido. A continuación, quiero compartir algunas ideas sobre cómo usarla antes, durante y después de leer un libro, con miras a sacarle más provecho a cada historia. En mi caso, utilizo ChatGPT, pero estoy seguro de que estas sugerencias también pueden ser implementadas con facilidad en otras plataformas.
Antes: la magia de las recomendaciones inteligentes. Nos ha pasado a todos: terminamos un libro y no sabemos qué leer después. En este punto, la IA puede transformarse en ese amigo lector ávido que siempre tiene una sugerencia perfecta. En ChatGPT, he creado una nueva carpeta (o proyecto, en el lenguaje de esa herramienta), llamada “Recomendaciones de lectura” en la que hice dos cosas: primero, agregué un archivo con los títulos y nombres de los autores de aproximadamente un centenar de libros que he leído (ayuda que he venido manteniendo ese registro desde hace más de 20 años) y, segundo, configuré la carpeta con las especificaciones siguientes (obviamente, cada quien podrá ajustarlas a sus preferencias): “A. Preferencias de lectura y criterios para recomendaciones: 1) Disfruto la ficción, especialmente la ciencia ficción, los thrillers, las novelas históricas y el horror, aunque estoy abierto a otros géneros si están bien escritos. 2) En cuanto a no ficción, prefiero libros sobre ciencia (especialmente física), tecnología, finanzas e inversiones, geopolítica, historia, filosofía, religión y desarrollo personal. B. Guía para las recomendaciones: Tener en cuenta la lista de libros que ya he leído, contenida en el documento anexo. Solo sugerir títulos bien valorados o aclamados por la crítica. Proporcionar dos recomendaciones por categoría (ficción y no ficción) por solicitud. Incluir el título del libro, autor, fecha de publicación y una breve explicación de por qué lo recomiendas. Las recomendaciones pueden estar en inglés o español”. Hecho lo anterior, cada vez que quiero leer algo nuevo, basta con ingresar a esta carpeta, hacer una solicitud y listo: obtendré cuatro recomendaciones de libros, de entre las cuales elegiré el que más me llame la atención.
El paso siguiente es obtener el libro elegido. Para quienes tenemos una inclinación por los libros digitales, los llamados “agentes” de IA podrán buscarlo al mejor precio posible, comprarlo y descargarlo al dispositivo lector. Quienes prefieren los libros físicos pueden usar la herramienta para localizarlo en la librería más cercana y reservarlo. Sea como fuere, llegamos de esta forma al momento de zambullirnos en la lectura.
Durante: lectura con superpoderes. Mientras leemos, la IA ofrece un abanico de herramientas que potencian nuestra comprensión y disfrute. Por ejemplo, puede generar resúmenes y análisis instantáneos, ideales para refrescar detalles de la trama o profundizar en su significado. Además, cualquier palabra o referencia desconocida puede ser aclarada al instante sin detener la lectura. Vi un video de YouTube donde el autor mostraba cómo, al mantener activo el asistente de voz de ChatGPT en su teléfono móvil, simplemente puede formular sus dudas o inquietudes en voz alta y recibir respuestas inmediatas. Al finalizar cada capítulo, es posible generar preguntas de comprobación que convierten la experiencia en algo más reflexivo e inmersivo. Las posibilidades, sin duda, son vastas y fascinantes.
Después: reforzar y conservar el recuerdo de lo leído. Una vez concluida la lectura, la IA puede ofrecernos una síntesis acerca de qué han opinado los críticos u otros lectores sobre el libro, permitiéndonos contrastar nuestra propia impresión con esos criterios. También puede ayudar generando un breve texto que contenga los datos de identificación del libro, junto con un resumen del contenido. Luego, podemos añadir nuestra particular perspectiva y conservar todo lo anterior en un tarjetero físico o virtual. Incluso años después, podremos consultar estos registros y revivir la sensación de cada lectura, refrescando aspectos que quizá hayamos olvidado. Y, desde luego, esta información nos servirá para retroalimentar la selección del siguiente tomo que queramos disfrutar.
En conclusión, la IA no viene a quitarle la magia a la lectura, sino a multiplicarla. Gracias a sus herramientas, descubrir nuevas historias, comprender mejor los textos, hacer la lectura más accesible y mantener el hábito de leer se vuelve no solo posible, sino emocionante. Lejos de ser una enemiga, la inteligencia artificial puede ser una compañera imprescindible para quienes amamos los libros. Las ideas que compartí son apenas un punto de partida. Me encantaría conocer cómo ustedes están usando la IA para enriquecer este aspecto esencial de una vida plena.
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Christian Hess Araya es abogado e informático.
