Las largas presas en las vías nacionales impactan directamente la salud mental y el bienestar emocional de los usuarios, debido al deterioro en la calidad de vida que implica pasar horas detrás de un volante o en un autobús. Estrés, irritabilidad y ansiedad son solo algunos de los efectos de este problema, advirtió la psicóloga especialista en movilidad Ximena Abarca.
La exposición a congestiones viales y tiempos adicionales para trasladarse pueden representar un factor de riesgo para la salud a mediano y largo plazo, advirtió la experta. Incluso, podrían perjudicar el desarrollo de proyectos de vida, la gestión de roles y concretar las responsabilidades diarias, como estudio, trabajo, además de complicar la socialización, el entretenimiento y el descanso.
Cuando las personas se exponen constantemente a presas, agregó Abarca, se pueden profundizar problemas de ansiedad crónica, insomnio e incluso agotamiento causado por trabajar en ambientes angustiantes (conocido en inglés como burnout). También hay que considerar que el enojo en carretera puede derivar en comportamientos agresivos, así como influir de forma negativa en la conducción y afectar la convivencia en las vías.
El estrés causado por las presas está aún más marcado en quienes trabajan como conductores, como los choferes profesionales, autobuseros, taxistas, mensajeros, conductores de ambulancia, bomberos, entre otros.
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“Las personas que laboran conduciendo y se enfrentan a presas, ven su calidad de vida afectada al tener su tiempo diario más limitado y no tan definido, ya que dependen de un flujo vial cambiante que irrumpe en la planificación previa.
Esto puede perjudicar otras actividades humanas diarias importantes y necesarias para el autocuidado de la salud y las relaciones, como el descanso, la actividad física, las labores domésticas, los espacios de socialización y personales, entre otras”, afirmó Abarca.
Entre las recomendaciones para lidiar con estas situaciones, la experta recomienda considerar tiempos realistas de traslado para reducir el estrés, mantener una correcta higiene del sueño, realizar pausas activas y aprender técnicas de relajación, además de fomentar comportamientos más seguros y solidarios al volante.
Residencia lejos del trabajo eleva tiempo en presas
De acuerdo con el Estudio de Movilidad Segura 2024, uno de los factores que influye en la prolongación de los tiempos en carretera tiene que ver con el hecho de que la mitad de los trabajadores del país labora en un cantón distinto al de su residencia.
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Ese mismo aspecto fue destacado en la Encuesta Nacional sobre la Percepción de los Servicios Públicos, según la cual el 24% de las personas conductoras tarda más de dos horas en llegar a su lugar de trabajo. No es de extrañar si se considera que hay cantones en los que, durante la hora pico, se puede tardar hasta siete minutos en recorrer solo 100 metros debido a las presas, como indicó el Informe de Competitividad Nacional.
De hecho, Costa Rica ocupa la posición 144 de 162 países evaluados en cuanto a velocidad promedio en sus carreteras por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Mientras en países como Chile y México, el promedio de velocidad en distancias entre ciudades importantes situadas a más de 80 kilómetros la velocidad promedio de desplazamiento es de 92 km/h, en Costa Rica es de 55 km/h.