
Los 200 migrantes del centro de Asia y la India que llegarán a Costa Rica este miércoles, deportados desde Estados Unidos, podrían pedir refugio en suelo nacional.
Así lo explicó el abogado litigante experto en inmigración, Eduardo Flores, quien afirmó que “para nadie es un secreto que durante la visita al país del secretario de Estado, Marco Rubio, ese es un planteamiento que se hizo y que se está materializando”.
El Gobierno costarricense anunció este lunes que los extranjeros llegarán al país el miércoles, y serán trasladados al Centro de Atención Temporal a Migrantes (CATEM), en Corredores de Puntarenas.
Flores detalló a La Nación que Costa Rica y Estados Unidos acordaron crear un programa de cooperación internacional, bajo lo estipulado en el derecho internacional público.
“Costa Rica, como garante de los derechos humanos, usa el país como un puente áereo para que, una vez llegados estos migrantes, vayan directamente al CATEM, ubicado en la zona sur, donde la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) va a ser un garante y supervisor”, declaró.
Aunque la intención de las autoridades sea que estas personas solo transiten de paso por Costa Rica, Flores afirmó que tienen derecho a solicitar refugio si demuestran que su vida corre peligro en caso de regresar a su país de origen, por motivos de etnia, religión, pensamiento político o sexo, como lo establece la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, a la que el país se adhirió en 1977.
No obstante, por lo singular de las circunstancias, no está claro qué pasos tendrían que seguir los migrantes.
“Desconozco cuál sería la manera procedimental, pero si estas personas demuestran que en sus países de origen son perseguidos, pueden realizar su solicitud de refugio en Costa Rica”, señaló.
El abogado agregó que este proceso no implica ningún gasto para el Estado costarricense, ya que todas las costas están a cargo del Gobierno de los Estados Unidos.
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Ante consulta de La Nación, un vocero de la OIM declaró que la institución, que forma parte del sistema de las Naciones Unidas, “está prestando un apoyo esencial a las personas recientemente removidas de los Estados Unidos” y está colaborando “con los funcionarios locales para prestar asistencia a los afectados, apoyando el retorno voluntario de quienes así lo solicitan e identificando alternativas seguras para los demás”.
“Cuando así lo requieren los países receptores, la OIM ayuda a asegurar el acceso a servicios esenciales y colabora con los gobiernos para mantener un trato humano y digno para estas personas”.
“La función de la OIM en la asistencia a las personas deportadas de los Estados Unidos se centra en el suministro de apoyo humanitario, facilitando el retorno cuando es seguro hacerlo. Si bien no participamos directamente en la detención o restricción de la circulación de personas, nos comprometemos a velar por que todos los migrantes sean tratados con dignidad y de conformidad con las normas internacionales”, detalló la entidad.