Mauricio Batalla Otárola, ministro de Obras Públicas y Transportes, reconoció que algunos puntos de la recién inaugurada carretera de Circunvalación norte no cumplen con los niveles de servicio óptimos, es decir, no dan abasto para la cantidad de automotores que circulan por la zona.
Las aseveraciones las realizó durante la sesión del Consejo de Administración del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), del lunes 2 de diciembre, tras la consulta de uno de los directivos.
De acuerdo con la información que consta en el acta de esa sesión, Federico Baltodano, representante de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), expuso la necesidad de hacer un diagnóstico de tramos de la carretera, como la intersección de la ruta 32, donde, aseguró, “las colas ahora son de kilómetros”.
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Ante esa preocupación, Batalla admitió: “Efectivamente hay una serie de puntos en Circunvalación norte, una vez que está abierto, que ya aparecen con problemas, tanto en la rotonda de ruta 32 como la rotonda de Guadalupe (...). La Circunvalación inaugurándose no más, ya se ve que hay algunos puntos cuyos niveles de servicio no cumplen con la necesidad y con el interés público“.
El jerarca propuso a los miembros del Consejo pedirle a la Oficina de las Naciones Unidas para Proyectos (UNOPS), que funge como supervisora del proyecto, que elabore un plan remedial o análisis de niveles de servicio para mejorar el tránsito.
La intención, dijo, es que una vez que se cuente con el plan, el Consejo determine cuáles serían las obras que habría que ejecutar “adicionales al contrato” con el consorcio La Estrella-H Solís (encargado de la construcción de la Circunvalación norte). Posteriormente, deberían buscar los recursos necesarios para ejecutar esas mejoras.
Los miembros del Consejo aprobaron de forma unánime el planteamiento de Batalla, el cual sería trasladado al encargado de la unidad ejecutora, Carlos Jiménez.
Obras pendientes en Circunvalación norte
La última etapa de Circunvalación norte se habilitó el 4 de octubre. Se trató de los 1,5 km que unen la ruta 32 con la rotonda del Bicentenario, en Guadalupe, que incluyen 600 metros de carretera elevada, así como 900 metros divididos en un túnel de 450 metros y otros 450 metros de un paso a desnivel en el cruce de Calle Blancos, cerca de la fábrica Femsa.
Aunque se abrió el paso inferior quedaron pendientes obras en la rotonda del intercambio en Calle Blancos, así como las rampas de acceso desde esa intersección hacia la Circunvalación.
Esas obras debían completarse a más tardar este 11 de diciembre, según el último plazo aprobado, no obstante, la semana anterior el ministro adelantó que las obras enfrentarían nuevos atrasos debido a las lluvias que afectaron al país en noviembre.
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Tras la puesta en servicio del citado túnel, todo el trayecto de la Circunvalación norte entre la Uruca y Calle Blancos, ha enfrentado importantes congestionamientos.
En un inicio, autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) aseguraban que era necesario esperar el reacomodo de los flujos vehiculares, pues el tránsito aún era “dispar”. Sin embargo, dos meses después, los congestionamientos han empeorado e incluso afectan las secciones habilitadas el año anterior, como lo es el viaducto entre Colima y la ruta 32.
Las unidades funcionales en las que se dividió el proyecto fueron encargadas al consorcio H Solís-La Estrella por un monto de $223 millones, financiados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Las obras recibieron orden de incio para las labores previas desde agosto del 2014, pero la construcción comenzó en el 2017. Entre todas las secciones suman un total de 3.254 días compensables aprobados hasta ahora, por atrasos que son atribuibles al Estado.
Con el tramo norte se cierra el anillo de Circunvalación, cuyas obras se iniciaron en 1978.