Al ser un método de anticoncepción tan común, el condón acumula mitos. Algunos, muy comunes y hasta explicables; otros, bastante extraños. En esta nota repasamos algunos y los desmitificamos.
Para enumerar los mitos de este método de anticoncepción se contó con la ayuda de la sexóloga Marianela Arias Lamiq, además de información de diversas organizaciones de sexualidad.
1- El condón elimina el placer sexual. De acuerdo con la sexóloga, esta creencia tiene como una de sus causas la pornografía. “Ahí nunca ves la negociación del condón o su uso. No se asocian al placer y al erotismo. Cuando desgraciadamente la educación sexual o más bien la ‘deseducación’ viene de la pornografía, ahí hay problema”, afirmó.
La sensibilidad, aclaró, sí puede ser diferente, pero esto no quiere decir que no haya placer del todo. La visión del acto sexual, dijo la especialista, no tiene que ir solo en el momento de la penetración, el condón puede ser parte de ese juego previo y más bien llevar a un momento de mayor excitación.
2- Existen penes demasiado grandes para cualquier condón. El mercado actual tiene tallas para todo tamaño de pene. El tamaño estándar puede ser lo suficientemente elástico para la mayoría, pero también es necesario conocer las características de cada persona. Un condón muy pequeño corre el riesgo de romperse, uno muy grande, tiene más probabilidades de deslizarse y zafarse. En ninguno de los casos cumpliría su función.
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3- Dos condones son mejor que uno. No, usar dos a la vez no aumenta la protección. Si se usan dos se corre el riesgo de que el ajuste sea menor. Además, las rozaduras entre ambos condones y la fricción de los movimientos del acto sexual aumentan las probabilidades de una ruptura.
Esto también es válido en el caso de usar un condón masculino y uno femenino a la vez. No es una práctica recomendable porque se corre el riesgo de ruptura de ambos.
4- El condón se guarda en la billetera. No, esto puede servir durante unos minutos, pero en un país húmedo y caluroso como Costa Rica esto no sirve por mucho tiempo. Los condones que se guardan en lugares cálidos, como una billetera o una guantera pueden debilitarse, ya que el calor debilita el látex, o su fecha de vencimiento podrían llegar mucho antes de lo indicado en el empaque.
5- ‘Soy alérgico al látex (o mi pareja lo es), no podemos usar condón’. La alergia al látex sí existe, pero esto no quiere decir que no haya opciones. En el mercado hay varias marcas de condones hechos de otros materiales poliisopreno o neopreno que dan la misma seguridad.

6- Los condones tienen minúsculos agujeros que dejan pasar virus como el VIH. Onusida ha desmentido que el virus pueda atravesar libremente un condón. Un condón bien puesto y bien usado tiene un 98% de protección.
7- ‘Yo solo tengo relaciones sexuales con gente sana’. La mayoría de las personas con una infección de transmisión sexual se ven sanas. Muchas podrían portar un virus o bacteria sin saberlo. El condón minimiza los riesgos.
8- ‘No lo necesito porque tomamos pastillas’. La píldora anticonceptiva, la inyección o un dispositivo intrauterino protegen contra embarazos, pero no contra infecciones de transmisión sexual (ITS).
9- ‘No lo necesito porque de por sí ya tengo una ITS’. Con mayor razón debe usarse, para no contagiar a la pareja.
10- ‘Me dijeron que hay lubricantes que matan el esperma’. Aunque algunos lubricantes tienen algunos niveles de espermicida, estos no acaban con los virus o bacterias que pueden transmitirse por contacto sexual.
11- ‘Un condón me protege de todo’. Si se desea evitar un embarazo, lo ideal es también tener otro método, en ese caso consulte al ginecólogo si lo mejor para su caso es la píldora, una inyección, un dispositivo intrauterino o un implante.