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La renuncia de médicos especialistas continúa en los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) como parte de una estrategia para presionar por el salario global definitivo, de ¢2,8 millones, mayor al que reciben más de 2.000 profesionales actualmente.
Un corte realizado por la entidad el 24 de diciembre, registró 91 renuncias efectivas hasta ese momento. La institución no facilitó el detalle por especialidad y hospital, pero se sabe que entre las más críticas están Anestesiología, Ortopedia, Ginecoobstetricia y Neonatología.
La CCSS declaró emergencia institucional la renuncia de especialistas, que eligieron solicitar cese de nombramientos como mecanismo para ser recontratados con el salario global.
En setiembre, se tenían registrados 2.571 médicos especialistas con salario inferior al global, según la Dirección de Administración de Gestión de Personal.
Un informe presentado el 12 de diciembre por el gerente financiero, Gustavo Picado Chacón, a la Junta Directiva de la Caja reveló que si se realizara un ajuste técnico de ¢300.000, 600 médicos (especialistas) superarían la barrera del salario global.
Picado presentó un informe sobre el costo de implementar las cinco medidas del plan para garantizar la continuidad de los servicios críticos ante la renuncia de los médicos especialistas, que es de ¢8.185 millones solo en los primeros seis meses de atención de la emergencia.
Este informe revisó el ajuste técnico salarial. Para esto, clasificó la remuneración de los especialistas con base en la diferencia con respecto al salario global definitivo.
Las gerencias Financiera y Administrativa y la Dirección Actuarial y Económica de la Caja analizan la viabilidad de un ajuste técnico a los salarios de los médicos especialistas a partir de un criterio emitido por la Procuraduría General de la República (PGR).
El 5 de diciembre, la presidenta ejecutiva de la Caja, Laura Ávila Bolaños, reveló a la Junta que los ajustes técnicos a la base salarial son “jurídicamente posibles”, según la PGR.
Lo anterior, siempre que se respete el marco normativo y se sustenten en estudios técnicos financieros, actuariales y organizacionales que acrediten la viabilidad de las decisiones.
La CCSS tendría hasta dos años, como máximo, para cerrar la brecha entre el salario global y el salario compuesto de los médicos especialistas.
