Si está considerando visitar uno de esos destinos muy frecuentados donde no piden visa a los costarricenses, podría sufrir alguna frustración por el turismo excesivo. Lugares que antes ofrecían serenidad y cultura están abarrotados, situación que daña el ambiente y a las comunidades receptoras.
Sin embargo, dueños de un pasaporte de Costa Rica tienen alternativas en los mismos países para disfrutar una experiencia más provechosa para todos.
Bajo estas líneas, encontrará sugerencias de lugares en los mismos territorios donde algunos de los destinos más buscados se están volviendo un dolor de cabeza para locales y visitantes.
El compendio no es para arrebatarle el placer de saborear sitios con altísima demanda turística (si la experimentan, es porque tienen ese mérito), pero sí para advertirle a qué se enfrentará si opta por visitarlos de todas maneras.
A menudo, el turismo excesivo (también llamado sobreturismo) se simplifica como demasiados turistas.
Si bien eso puede ser un síntoma, en realidad hay innumerables factores en juego como resultado de una demanda turística que excede la capacidad de carga de las comunidades anfitrionas.
Con demasiada frecuencia, las cadenas de suministro del turismo (aerolíneas, operadores turísticos, gobiernos y servicios de alojamiento) estimulan la demanda, prestando poca atención a la capacidad de los destinos y a los efectos dominó sobre el bienestar de las comunidades locales.
El fenómeno cobró fuerza después de la pandemia, principalmente a partir del 2023 y 2024 cuando muchas personas vieron levantadas las medidas sanitarias para el ingreso de visitantes en países donde, en los años previos, era complicado viajar.
Apenas en julio pasado, ocurrieron protestas en España contra el exceso de excursionistas en las islas Baleares, pasando por Barcelona, donde varios miles de catalanes se manifestaron para exigir “límites” al número de visitantes.
Además, sitios como Venecia, en Italia, optaron por cobrar una entrada para los viajeros que disfrutan de un día en ese lugar, excepto para quienes se hospedan en la ciudad.
Lugares que ya soportan el fenómeno o empiezan a sufrirlo incluyen Cancún (en México), Machu Picchu (Perú), Marrakech (Marruecos), París y Niza (Francia), Múnich y Berlín (Alemania), Florencia, Roma, Venecia y Milán (Italia), Ámsterdam (Países Bajos) y Praga (República Checa).
Si definitivamente su sueño es conocer un lugar caracterizado por estar repleto de turistas, la sugerencia es, de ser posible, evitar la temporada alta. Asimismo, adquirir con suficiente tiempo las entradas para los atractivos que desee visitar.
No obstante, existen alternativas cercanas en los mismos países donde hay destinos con exceso de excursionistas. En vez de Barcelona, valore ir a pasear a Lanzarote, Girona, Bilbao, Valencia, el País Vasco español o Almería. Antes de irse a Múnich en Alemania, considere Leipzig, Dresde, Regensburg o Hamburgo.
Si viaja a México, valore ir también a Yelapa, playa del Carmen, Isla Holbox y San Miguel de Allende. En Italia, puntos alternativos para pasear incluyen Siena, Orvietto, Volterra, Nápoles, Turín o Matera.
Efectos para viajeros y locales del turismo excesivo
Fodor’s, una empresa editorial productora de guías de viaje e información turística en línea, incluso llegó al extremo de aconsejar en noviembre evitar por completo ir de vacaciones este 2025 a Barcelona, Bali (Indonesia), Koh Samui (Tailandia) y el Monte Everest (Nepal) porque las cosas siguen empeorando.
Hay muchos otros destinos en condiciones semejantes, según detallan ediciones del llamado Impacto Económico en Ciudades del World Travel And Tourism Council (2022 y 2023), estadísticas de ONU Turismo y el Índice anual de las 100 mejores ciudades destino de la empresa global de investigación de mercados Euromonitor International (reportes 2022, 2023 y 2024).
¿Cómo afecta a los viajeros y los destinos? Otros análisis del Foro Económico Mundial, la Agencia de Turismo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y publicaciones especializadas coinciden en que el arribo masivo de vacacionistas les degrada a estos la experiencia de viaje, deteriora el ambiente, presiona la infraestructura de servicios local y reduce la calidad de vida de los residentes y excursionistas ocasionales.
Además, los turistas topan con subidas de precio en servicios de traslado, alojamiento, tours y alimentación ante la alta demanda, según también ha divulgado la empresa alemana Holidu, dedicada a reservas de alquileres vacacionales.
Señales comunes del fenómeno saltan a simple vista: congestiones de personas en calles, lugares de interés o espacios públicos del todo abarrotados, especialmente durante las temporadas altas de visitación.
Por eso, incluso no resulta tan gratificante intentar tomarse una fotografía, para la cual a veces habrá que hacer fila.
Sitios donde se da esto suelen sufrir una pérdida de autenticidad por la comercialización de la cultura local, con tradiciones y prácticas alteradas para satisfacer a los visitantes.
Alternativas a sitios con sobreturismo
Viajar es libertad, es un descanso y todos lo necesitamos. Es también una forma de intensificar la vida con aventuras en muchos lugares diferentes.
Sin embargo, no implica necesariamente gastar dinero en exceso, porque algunas de las mejores experiencias son gratis y hasta mejores cuando el presupuesto obliga al visitante de ocasión a buscar alternativas más cómodas y conectar con las personas en los destinos por descubrir. No tema a la diversidad de este planeta, celébrela.
Observar y apreciar otras culturas es también el tiquete para ampliar la propia perspectiva. Todo eso significa la oportunidad de aventurarse, conocer otros sitios en los mismos países donde hay destinos que sufren exceso de turismo: