El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es de las infecciones de transmisión sexual más comunes. Sin embargo, 43 años después de su descubrimiento sigue estando rodeada de mitos, uno de los cuales está relacionado con cómo saber si se porta el virus.
Por eso en Siéntase Pura Vida vamos a abordar cómo puede una persona enterarse de su diagnóstico y cómo prevenir el virus. Lo haremos con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el VIH, que se celebró este 1.° de diciembre.
De primera entrada: el virus no da señales que puedan permitirle a una persona determinar si fue infectada o no. No hay síntomas específicos y característicos, muchas veces no hay síntomas del todo y, si los hay, pueden confundirse con los de un virus respiratorio. La única forma de tener certeza es con una prueba.
El examen de laboratorio o Elisa, puede realizarse de forma gratuita en cualquier Ebáis y los resultados son confidenciales. Si el resultado fuera positivo, se le dará una cita médica para hablar de su situación y de qué tratamientos podrían estar indicados para su caso. Este tratamiento también está disponible en la seguridad social.
“Solo con las pruebas puede saberse. Las pruebas que tenemos en la seguridad social son procesadas por microbiólogos y están capacitados para el manejo de las pruebas. Los equipos y químicos que usamos para las pruebas tienen muy buenos controles de calidad", destacó Silvia Briceño Méndez, coordinadora del Programa de VIH de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Además, lo recomendable es que usted informe de su diagnóstico a sus compañeros sexuales, aunque hayan tenido contacto sexual una sola vez, para determinar si fueron infectados.
El Ministerio de Salud lleva a cabo la Investigación Operativa Autoprueba de VIH, que busca evaluar la implementación de autopruebas (de saliva o sangre) como estrategia para fortalecer la prevención y promover la educación en salud sexual.
Desde mediados de año, se reclutan 1.000 personas para que prueben este test y den sus opiniones. Este examen es sencillo; la persona toma su propia muestra, y obtiene resultados rápidos sobre la presencia o no del virus. De esta forma se sabrá si esta prueba podría ofrecerse masivamente en el país.
Eso sí, el resultado debe ser confirmado por un profesional en salud y luego de eso se empezaría el control en clínica de VIH con su tratamiento correspondiente. Briceño lo comparó con las autopruebas de embarazo, las cuales se confirman posteriormente con un examen de laboratorio y después de eso se comienza el control prenatal.
¿Por qué es importante el diagnóstico?
El organismo humano no puede eliminar el VIH y no existe ninguna cura eficaz para él. Así que, una vez que se adquiere, se tiene de por vida.
Este virus es causante del síndrome de inmunodeficiencia humana adquirida (sida), este se da cuando el virus ya ha debilitado al sistema de defensas. A medida que el sistema inmunitario se debilita, hay mayor riesgo de contraer las llamadas infecciones oportunistas, que serán más difíciles de combatir, también hay mayor riesgo de algunos tipos de cáncer. En estos casos, una enfermedad que puede resultar fácil de combatir para cualquier persona, puede ser letal para alguien con sida.
Un diagnóstico a tiempo permite a la persona acceder a tratamiento médico que le permita controlar el patógeno y llevar una vida normal.
Además, si este tratamiento se toma al día, la carga viral, es decir, el número de copias del virus en la sangre, llegará a ser indetectable, es decir, no se verá en las pruebas. Una persona con una carga indetectable no podrá transmitir la infección a sus compañeros sexuales.
¿Cuándo hacerse una prueba de VIH?
Salud recomienda realizarla al menos una vez al año, como parte de los chequeos médicos de rutina. Sin embargo, hay ocasiones en las que, según ONUSida, también amerita solicitar un examen para salir de dudas.
- Si se han tenido relaciones sexuales vaginales o anales con alguien que tiene VIH o si esta persona desconoce si tiene el virus o no.
- Cuando se tienen múltiples parejas sexuales.
- Si se ha inyectado drogas o compartido agujas, jeringas y otros artículos para drogarse con otras personas.
- Si ha tenido relaciones sexuales a cambio de dinero o drogas.
- Si anteriormente ha tenido otra infección de transmisión sexual, como sífilis o gonorrea.
“Deben hacerse periódicamente, la prueba es una fotografía del momento, pero pudieron darse exposiciones al virus después. Un control de rutina, una revisión periódica es necesaria“, manifestó Briceño.
Prevención de VIH es clave
Aunque se puede vivir una vida normal gracias al tratamiento médico, la prevención siempre será la mejor medicina. Para saber cómo prevenir es importante recordar cómo se transmite este patógeno.
La infección se da por contacto con determinados fluidos corporales, como semen, sangre, secreciones rectales y secreciones vaginales. Este intercambio de fluidos se da principalmente durante las relaciones sexuales sin protección, o al compartir implementos para la inyección de drogas.
Aunque menos probable, también puede darse la transmisión de la madre al lactante.
Para que ocurra la transmisión, el VIH tiene que entrar en el torrente sanguíneo a través de una membrana mucosa (es decir, el recto, la vagina, la boca o la punta del pene), cortaduras abiertas, llagas o úlceras, o por inyección directa (de una aguja o jeringa).
Por ello, hay dos formas principales de minimizar el riesgo de adquirir el virus: usar condón en todas las relaciones sexuales y no compartir dispositivos para inyectarse, como agujas.
También hay otras formas de prevención. Por ejemplo, está la profilaxis preexposición, o PrEP, que consiste en medicamentos que personas que están en mayor riesgo de infección pueden tomar para evitar el contagio. Este se da usualmente a quienes tienen parejas seropositivas, son trabajadores sexuales o establecen prácticas sexuales de mayor riesgo de contagio.
Y existe la profilaxis posexposición, o PeP, que se toma después de que la persona tiene relaciones sexuales de riesgo.
No obstante, es importante tener claro que estos medicamentos no evitan otras infecciones de transmisión sexual, como la gonorrea, la sífilis o el virus del papiloma humano.
VIH en Costa Rica
En Costa Rica, datos del Ministerio de Salud indican que entre 1993 y octubre de este año, 16.456 personas recibieron este diagnóstico. De ellos, 1.038 lo hicieron en 2023 y 659 en los primeros 10 meses de 2024. No obstante, hay personas que podrían ser portadoras del virus sin saberlo.
Cada año hay aproximadamente 1.200 diagnósticos nuevos. La única excepción en los últimos años fue 2020, cuando por motivo de covid-19, recibieron la noticia 954 individuos.
En el último año, dos de cada tres diagnósticos (67%) fueron en personas entre los 20 y los 39 años. San José, Alajuela y Heredia son las provincias con más casos.
En 2023, la CCSS tenía bajo tratamiento antirretroviral a 14.431 individuos. De ellos, 14.379 eran mayores de 15 años, 44 menores de 15 años y ocho eran embarazadas (cuyo rango de edad no trascendió).
En el mundo, se calcula que hay 39,9 millones de personas viviendo con el virus, de las cuales 30,7 millones están en tratamiento.
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