Una contratación de urgencia gestionada por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) permitirá que trabajadores independientes y asegurados voluntarios puedan pagar sus obligaciones con la institución mediante el uso de tarjetas de débito o crédito.
El director financiero contable de la Caja, Andrey Sánchez Duarte, explicó que se tuvo que recurrir a una contratación excepcional por un plazo máximo de seis meses con BAC-San José, debido al vencimiento del contrato y el atraso en el proceso que sigue la CCSS para una licitación mayor. El monto de la contratación de emergencia es de ¢75 millones.
La CCSS suspendió temporalmente el pago con tarjeta el 10 de enero, al revelar el vencimiento de un contrato para una licitación mayor para servicios de comercio electrónico. La suspensión terminó este 21 de enero, cuando la Caja avisó que estaba nuevamente disponible la modalidad de pago con tarjeta.
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La CCSS dispone de varios mecanismos de recaudación. Dos de ellos, la oficina virtual y la recaudación externa, representan el 95% de la recaudación. Por el contrario, el uso de datáfonos para tarjetas de crédito y débito representa un 5% de la totalidad de transacciones que realiza la CCSS en un mes, dijo Sánchez.
No obstante lo anterior, la CCSS mantiene esta opción para ofrecer todas las facilidades posibles a la población trabajadora y a los patronos.
“El uso más intensivo (de tarjetas) es con trabajadores independientes y asegurados voluntarios: el 96% de las transacciones que se realizan (por esa vía) es con estos usuarios”, explicó Sánchez.
La Caja espera que la Contraloría General de la República (CGR) resuelva la apelación de uno de los tres oferentes que presentaron las ofertas a la licitación lanzada en setiembre.
“En la programación se tenía que en enero este contrato tenía que estar resuelto. Uno de los oferentes interpuso un recurso, que coincidió con las vacaciones de fin de año, el proceso se fue alargando por las audiencias, y eso dilató el tiempo para poder resolver según la planificación que teníamos.
“(...) Esto generó una dinámica distinta en la planificación y derivó en que tuviéramos que suspender por algunos días mientras hacíamos la transición hacia la reactivación de un nuevo servicio mediante un mecanismo de contingencia, como el que hicimos”, dijo Sánchez.
El director financiero minimizó el impacto en la población trabajadora pues dijo que el momento fuerte de la recaudación es en los primeros días del mes, y ya había pasado cuando se dio la suspensión.
La contratación de urgencia se hizo con oferente idóneo. Se seleccionó el BAC-San José para el proceso de transición por cumplir con las condiciones; entre ellas, que el servicio se podría reactivar de forma inmediata al disponer de la tecnología, explicó Sánchez.
“El monto de esta compra es bastante inferior con respecto a otros. Por ejemplo, la compra (para sistemas) de recaudación externa es de más de ¢1.600 millones”, agregó el funcionario.