A pocas semanas del inicio del curso lectivo 2025, la compra del salveque escolar (o probar si el de años pasados funciona) es una rutina común. Sin embargo, si no se toman en cuenta varios aspectos, se podría poner en jaque la salud de la espalda u hombros del estudiante.
Especialistas del Hospital Nacional de Niños (HNN) dieron consejos para tener un bulto que pueda soportar los útiles e implementos escolares sin provocar lesiones u otras consecuencias como fatiga muscular o caídas.
Róger Vargas González, jefe de fisiatría del HNN, afirmó que el peso excesivo en las mochilas puede generar dolor, deformidades esqueléticas y lesiones que podrían volverse crónicas.
“Esto ha sido un problema, porque en algunas instituciones educativas establecen una serie de libros y materiales que los niños deben transportar y hacen que el peso sea excesivo”, destacó.
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Escoger un salveque
Carlos Jiménez Herrera, director del HNN, recomendó que antes de comprar un salveque, primero debe valorarse la complexión física del alumno, su edad, talla, peso corporal y el peso que deberá transportar diariamente. También es necesario tomar en cuenta las características del trayecto hasta la escuela, y verificar si incluye rampas, escaleras, terrenos de tierra o superficies de cemento.
Con base en estas consideraciones será más fácil determinar si adquirir una mochila convencional que se carga sobre los hombros resulta la mejor opción, o si es mejor recurrir a una con rodines.
Si se escoge un salveque que se carga en la espalda deben tomarse varias consideraciones, según los especialistas.
“Una de las principales medidas para mitigar los efectos sobre la espalda es que los menores no transporten una carga que supere el 10% de su peso. La opción más adecuada es que el bulto que se adquiera sea equilibrado y posea un tamaño proporcional a la estatura del menor”, aseguró Jiménez.
Otro punto importante es adquirir uno de peso liviano. Si ya el bulto es pesado de por sí, lo será más cuando se le coloquen los útiles. Una vez que se cargue, es vital que los contenidos más grandes y pesados sean los que estén más en contacto con la espalda del menor.
El tamaño también es importante: el salveque no debe ser más grande que la espalda del menor, y su altura debe quedar por encima de la cintura.
Además, prefiera modelos con dos tiras anchas para los hombros y una en la cintura. Esta recomendación ayudará a mantener el peso equilibrado y evitar la tendencia a encorvarse.
Asimismo, debe poseer múltiples compartimentos, para que pueda distribuirse el peso de forma homogénea.
Si se elige una mochila con rodines sigue siendo necesario que no se exceda el peso anteriormente recomendado, advirtió Vargas.
“El problema es que al jalar mochilas de rodines, el peso no estaría bien distribuido en el cuerpo del menor”, puntualizó.
¿Cómo usar correctamente el salveque?
Un buen bulto no es suficiente. Si el estudiante lo usa mal también podría lesionarse. Estos son algunos ejemplos de mal uso:
- Llevarlo solo sobre un hombro, esto hará que el peso no se distribuya de manera uniforme en el cuerpo.
- Colocarlo de frente en el pecho y no en la espalda, esto pondrá mayor presión sobre los hombros, afectará el equilibrio y aumentará el riesgo de caídas.
- Arrastrar un salveque hecho para cargar en los hombros, ya que obligará a malas posturas y a encorvarse. Además, podrían producirse “tirones” musculares.
Jiménez aseguró que si el niño se queja constantemente de dolores de espalda o adormecimiento en las extremidades, pese a haber tomado estas medidas, se debe acudir a consulta para la valoración médica correspondiente.