135 migrantes de Asia Central, África y Europa, deportados por el Gobierno de Estados Unidos, aterrizaron este jueves a las 4:44 p.m. en el aeropuerto internacional Juan Santamaría, después de un vuelo de 5 horas y 17 minutos desde San Diego, en California.
Los extranjeros llegaron a la Base Dos, donde tres buses los recibieron al bajar la escalera de embarque. Tras casi una hora de desembarque y de recibir atención humanitaria, empezó su traslado con escoltas policiales al Centro de Atención Temporal a Migrantes (CATEM), en Corredores de Puntarenas, donde se espera que permanezcan 30 días mientras se gestionan los retornos voluntarios a sus países.
El vuelo GXA6131 despegó a las 11:27 a. m. (hora de Costa Rica) del Aeropuerto Internacional de San Diego, más de tres horas después de lo programado, por problemas climatológicos. En la aeronave, un Airbus A320, viajaban 65 niños, todos acompañados y 70 adultos, incluido un adulto mayor y dos mujeres embarazadas. Este es el primer grupo de un total de 200 personas que Costa Rica aceptó recibir desde la nación norteamericana.

El director general de Migración, Omer Badilla, aseguró que el protocolo tras el aterrizaje incluye la atención de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y las instituciones estatales, como el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), para asegurar los derechos de los migrantes.
Badilla detalló que este vuelo trajo nueve personas de Afganistán, 17 de Armenia, seis de Azerbaiyán, 26 de China, ocho de Georgia, dos de Ghana, cinco de Irán, cuatro de Jordania, tres de Kazajistán, ocho de Rusia, diez de Turquía, 30 de Uzbekistán y siete de Vietnam.
“El Gobierno de los Estados Unidos analizó a cada una de las personas y no tienen ninguna alerta de seguridad”, apuntó el director.
Agregó que la mayoría de extranjeros quiere volver a su país, pero si alguno deseara solicitar refugio en Costa Rica, “se atenderían puntualmente los casos específicos”.
Asimismo, Badilla estimó que los restantes 65 migrantes que Costa Rica se comprometió a recibir serían enviados en los próximos días.
Por su parte, la defensora de los Habitantes, Angie Cruickshank, manifestó que su institución verificó que el OIM brindara traductores en diferentes idiomas, además de que les entregaran información a los migrantes sobre dónde están y cuáles son los pasos a seguir durante su estancia en Costa Rica. Agregó que conversarían con las personas una vez se montaran a los buses, dando especial atención a los niños.
“La preocupación es que es un número muy alto de niños y niñas, entonces esa veeduría de que viajen con una autoridad parental es fundamental para nosotros”, declaró.
Al aterrizaje también se presentó Esteban Vargas, director del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, entidad que revisó que el CATEM cumpliera con las condiciones para albergar a los nuevos visitantes.


LEA MÁS: Unos 50 niños llegarán a Costa Rica entre 200 migrantes asiáticos deportados por Estados Unidos
La noticia del arribo
El Gobierno costarricense anunció la llegada de los migrantes el pasado lunes. Originalmente serían recibidos el miércoles, pero su traslado se retrasó un día. Se detalló que el proceso será financiado por el Gobierno de Donald Trump, que ha escalado las deportaciones masivas de migrantes indocumentados o acusados por algún delito.
Los migrantes serán trasladados bajo la supervisión de la OIM, agencia de las Naciones Unidas que se ha encargado en otras ocasiones de los flujos migratorios que han pasado por Costa Rica.
El canciller Arnoldo André Tinoco aseguró este miércoles que los migrantes serán sometidos a registros biométricos y, después, se iniciará una operación de repatriación hacia sus países de origen. También admitió la posibilidad de que algunos se queden en territorio nacional, pues podría haber casos en que sus vidas corran riesgo al volver a sus países de origen. Eso les permitiría solicitar refugio, al amparo de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, según explicó a La Nación el abogado experto en inmigración, Eduardo Flores.
El martes, un vocero de la OIM declaró que la institución “está prestando un apoyo esencial a las personas recientemente removidas de los Estados Unidos” y está colaborando “con los funcionarios locales para prestar asistencia a los afectados, apoyando el retorno voluntario de quienes así lo solicitan e identificando alternativas seguras para los demás”.
“Cuando así lo requieren los países receptores, la OIM ayuda a asegurar el acceso a servicios esenciales y colabora con los gobiernos para mantener un trato humano y digno para estas personas”.
“La función de la OIM en la asistencia a las personas deportadas de los Estados Unidos se centra en el suministro de apoyo humanitario, facilitando el retorno cuando es seguro hacerlo. Si bien no participamos directamente en la detención o restricción de la circulación de personas, nos comprometemos a velar por que todos los migrantes sean tratados con dignidad y de conformidad con las normas internacionales”, detalló la entidad.

Entidades religiosas, como el Servicio Jesuita para Migrantes (SJM) y la Iglesia Luterana Costarricense, se mostraron preocupadas por la forma en que serán tratados los migrantes.
El SJM exigió información pública sobre las condiciones en que los inmigrantes ingresarán al país, la protección que se les brindará, el eventual tiempo de reclusión que vivirán y los mecanismos para garantizar el traslado a sus países de origen.
“Y lo más alarmante: el horror que deben estar sintiendo las personas que no pueden, por razones de seguridad personal y familiar, regresar a los países de lo que tuvieron que huir. ¿De qué formas se respetará la normativa internacional que ha suscrito Costa Rica en materia de Refugio y Derechos Humanos?”, alertó la organización católica.
Casi 300 deportados fueron enviados a Panamá la semana anterior, donde fueron retenidos en un hotel de la capital. Algunas personas colgaron letreros manuscritos en inglés en las ventanas con mensajes como “Por favor, ayúdennos” y “No estamos a salvo en nuestro país”.