La tensión entre Panamá y Estados Unidos escalan tras las declaraciones del presidente Donald Trump, quien, durante su discurso en la investidura de su segundo mandato, prometió recuperar el control del Canal de Panamá, alegando supuestos incumplimientos panameños y señalando a China como operadora de la vía interoceánica. Estas afirmaciones generaron una contundente respuesta del gobierno panameño y una ola de protestas en la capital.
Protestas frente a la embajada estadounidense
El rechazo popular a las palabras de Trump se manifestó con fuerza en las calles de Panamá. Un centenar de personas, convocadas por organizaciones de izquierda, se reunió frente a la residencia del embajador estadounidense para expresar su indignación. En un acto simbólico de protesta, quemaron banderas de Estados Unidos y calificaron las declaraciones del mandatario como “un delirio”.
Saúl Méndez, líder del sindicato Suntracs, enfatizó: “El canal es panameño, la soberanía es panameña y la autodeterminación es panameña. Ni Trump ni los gringos tienen nada en Panamá”.
La protesta coincidió con la investidura de Trump en Washington y marcó un claro mensaje de rechazo a cualquier intento de intervención en el canal, que desde 1999 está bajo administración panameña, según lo establecido por el tratado Torrijos-Carter.
La respuesta oficial de Panamá
Horas después de las polémicas declaraciones, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, emitió un comunicado rechazando categóricamente las afirmaciones de Trump y reafirmando la soberanía del país sobre el Canal de Panamá.
“El Canal es y seguirá siendo de Panamá. Su administración continuará bajo control panameño, con respeto a su neutralidad permanente. No hay presencia de ninguna nación del mundo que interfiera con nuestra administración,” afirmó Mulino.
El mandatario panameño también destacó que la gestión del canal ha sido un modelo de eficiencia y crecimiento desde su transferencia hace 25 años. “Este no es un activo negociable. Es el resultado de generaciones de lucha y está respaldado por el Derecho Internacional,” subrayó.
Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), reiteró el apoyo del ente a los Tratados Torrijos-Carter.
“La vigencia de estos tratados es incontestable, como lo es la soberanía de Panamá sobre el Canal. El uso de la fuerza y la amenaza del uso de la fuerza no son admisibles y no son de recibo para disputar los derechos adquiridos del pueblo y gobierno panameños respecto al Canal”, señaló en su cuenta de X.
Reiteramos nuestro más absoluto compromiso con los Tratados Torrijos-Carter. La vigencia de estos Tratados es incontestable, como lo es la soberanía de Panamá sobre el Canal. El uso de la fuerza y la amenaza del uso de la fuerza no son admisibles y no son de recibo para disputar… https://t.co/IBJoOuQ9qO
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) January 20, 2025
El trasfondo de las declaraciones de Trump
La postura de Trump forma parte de una política proteccionista que busca recuperar el control de activos estratégicos en el extranjero, pero sus afirmaciones sobre el canal han sido desmentidas por Panamá. Según el gobierno panameño, no existe ninguna injerencia china en la administración de la vía interoceánica, que opera bajo el principio de neutralidad y beneficia al comercio mundial, incluidos los Estados Unidos.
Trump aseguró que Panamá “cobra en exceso” y acusó al país de incumplir los acuerdos, pero estas declaraciones han sido calificadas como infundadas por expertos en comercio internacional y el propio gobierno panameño.
Un llamado al diálogo
El presidente Mulino reiteró que Panamá está abierto al diálogo para abordar cualquier inquietud, siempre dentro del marco del respeto a la soberanía y a los tratados internacionales. “La dignidad de Panamá y la fortaleza del Derecho Internacional serán nuestra guía para manejar esta situación,” concluyó.
El enfrentamiento diplomático entre Panamá y Estados Unidos marca el inicio de un período complejo en las relaciones bilaterales, poniendo a prueba la capacidad de ambos gobiernos para manejar tensiones en un escenario global que observa con atención.