La Habana. El huracán Rafael tocó tierra en Cuba como un potente ciclón de categoría 3, la tarde de este miércoles en medio de un apagón generalizado, dos semanas después del paso de la mortal tormenta Óscar, que también golpeó la isla durante un corte de energía eléctrica y dejó ocho muertos.
“Rafael ha tocado tierra en el oeste de Cuba”, en la provincia de Artemisa, indicó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés).
Horas antes, este centro informó en su cuenta de la red X de que el huracán se había intensificado a un ciclón de categoría tres, con vientos de hasta 185 kilómetros por hora, al acercarse a la costa occidental de Cuba. Además, advirtió sobre la posibilidad de marejadas ciclónicas peligrosas, vientos huracanados destructivos e inundaciones repentinas en algunas zonas del oeste de la isla.
Las autoridades declararon fase de “alerta” en nueve de las 15 provincias del oeste y centro del país, incluida La Habana.
En Candelaria, una población de 20.000 habitantes, ubicada 75 kilómetros al suroeste de La Habana y muy cerca del punto por donde Rafael entró en la isla, caen lluvias torrenciales con vientos que sacuden con fuerza las copas de los árboles, constataron periodistas de la AFP.
La isla se encuentra sin servicio eléctrico debido al mismo paso del ciclón. “Fuertes vientos provocados por el huracán de gran intensidad Rafael provocaron la desconexión del sistema eléctrico nacional”, indicó en la red X la estatal Unión Eléctrica.
Se prevé que el huracán atraviese la isla y salga al golfo de México, donde empezará a perder fuerza.
Medios locales informaron de que al menos 70.000 personas fueron evacuadas, incluidas más de 66.000 en Guantánamo (este), la región más afectada por Óscar, que azotó el 20 de octubre, y donde esta semana seguía lloviendo.
Según el diario oficial Granma, se suspendieron “las operaciones aéreas” en la región occidental del país. La medida incluye a los aeropuertos de La Habana y del famoso balneario de Varadero, en la provincia de Matanzas.
Las clases también se suspendieron en varias provincias. En La Habana y otras localidades del oeste de Cuba se interrumpió el servicio de transporte público de pasajeros.
Miles de personas fueron evacuadas en Cuba
“No hay ni un alma aquí”, dijo a esta agencia Marisol Valle, una mujer de 63 años, mientras trataba de llevarse algunos muebles antes de que el agua alcanzara su hogar cercano al mar, en Guanimar, un pueblo pesquero a unos 70 kilómetros de La Habana.
La Presidencia de Cuba indicó el martes en su cuenta de X que “el Consejo de Defensa Nacional se activó” para tomar la dirección del país. Se trata de una medida para “situaciones excepcionales y de desastre”, indicó.
El presidente Miguel Díaz-Canel, quien dirige este órgano, supervisó las acciones de los grupos responsables de alimentos, energía, transporte, construcción y salud.
Cuba trata de recuperarse de los daños causados por Óscar a finales de octubre, cuando ocurrió un apagón general de cuatro días tras una avería en la termoeléctrica más importante y faltó el combustible.
Problemas eléctricos
Desde el apagón masivo, el país sufrió numerosos cortes debido al déficit crónico de generación de electricidad. En setiembre del 2022, la isla ya sufrió un apagón generalizado tras el paso del huracán Ian por el oeste.
La disponibilidad de energía este miércoles “va a depender mucho de las afectaciones que provoque el huracán”, declaró a la televisión cubana el ingeniero Lázaro Guerra, director de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas.
El restablecimiento total de la electricidad tardó varios días en La Habana y varias semanas en las zonas afectadas.
En La Habana, donde viven dos de los diez millones de habitantes del país, brigadas de obreros aceleraron el martes las labores de drenaje de alcantarillas, recolección de desechos sólidos y poda de árboles.
Las graves inundaciones de Óscar sorprendieron a los habitantes de dos localidades de Guantánamo, San Antonio del Sur e Imías, donde se registraron ocho muertos.
Cuba enfrenta su peor crisis económica en 30 años. El apagón masivo se suma a los crónicos cortes de electricidad y a una escasez de alimentos y medicinas en medio de una inflación galopante.