Naciones Unidas. La inacción de numerosos gobiernos al defender el derecho internacional y las instituciones fomenta la erosión de las normas internacionales, denunció Human Rights Watch (HRW). La organización teme que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca agrave la situación y envíe un mensaje peligroso a los líderes autocráticos del mundo.
En 2024, el mundo fue testigo de graves violaciones de derechos humanos en Gaza, Sudán, Birmania, Haití, Venezuela y Nicaragua, según destacó Tirana Hassan, directora de HRW, en una entrevista con esta agencia. Estas declaraciones se realizaron con motivo de la publicación del informe anual de la organización, presentado este jueves.
El informe, de casi 550 páginas, analiza las condiciones en más de 100 países. Describe un año marcado por más de 70 elecciones y conflictos mortales que pusieron a prueba la integridad de las instituciones democráticas y el respeto por el derecho internacional.
No obstante, muchos gobiernos no superaron esta prueba, señaló HRW. La organización mencionó el aumento de la represión en Rusia, India, Venezuela y Nicaragua, junto con los conflictos armados en Gaza, Sudán y Ucrania.
Las guerras y otras crisis humanitarias destacaron la “reticencia cobarde” de varios gobiernos para combatir violaciones de derechos humanos. Esta actitud subraya la erosión de las normas internacionales para proteger a los civiles y expone su devastador costo humano, afirmó la organización.
“Cuando los gobiernos no protegen a los civiles en peligro, no solo los abandonan a la muerte y las heridas, sino que socavan las normas que amparan a la población mundial”, enfatizó el informe.
En el banquillo de los acusados, HRW ubicó a autócratas que consolidaron su poder, como en Rusia y Malí, además de democracias liberales que no siempre defienden los derechos humanos dentro y fuera de sus fronteras.
Entre estos países destaca Estados Unidos. Según Tirana Hassan, el gobierno de Joe Biden continuó transfiriendo armas a Israel, pese a las pruebas de su uso en crímenes de guerra y ataques a civiles en Gaza. “La incoherencia de algunos estados al defender los derechos humanos resulta muy peligrosa porque envía el mensaje de que ciertos derechos se aplican a unos y no a otros”, advirtió Hassan.
‘Incoherencia’
HRW también teme que el regreso de Donald Trump a la presidencia exacerbe la situación global. Según Hassan, Trump podría replicar o intensificar las violaciones de derechos constatadas durante su primer mandato, alentando a los autócratas a seguir su ejemplo.
“Una nueva administración Trump probablemente atacará derechos fundamentales, incluyendo los de los migrantes, las mujeres y las comunidades LGBT. En política exterior, el impacto podría ser igual de grave”, añadió Hassan.
Un alejamiento de Estados Unidos del sistema multilateral dejaría un vacío que aprovecharían actores como China para avanzar en políticas contrarias a los derechos humanos, subrayó la directora de HRW.
A pesar de este sombrío panorama, HRW destacó el papel de la justicia internacional y los movimientos populares, que han tomado la iniciativa donde los gobiernos han fallado. Por ejemplo, en Bangladesh, un movimiento popular desplazó en agosto a Sheikh Hasina, quien gobernaba con mano de hierro.
Estos movimientos muestran que la lucha por los derechos humanos la lideran personas comunes cansadas de la injusticia y la corrupción, concluyó HRW. “Esta lucha es el reto de nuestro tiempo”, insistió Hassan.
Aunque el mundo puede sentirse abrumado por los horrores que tienen lugar, “no podemos permitirnos el lujo de levantar las manos y decir que es demasiado difícil”, suplicó Hassan.
“Si algo dejó claro 2024 es que ignorar las violaciones de derechos no es un ejercicio académico ni una cuestión de derecho. Hay vidas en juego. La gente muere”, alertó Hassan.
En Gaza, HRW acusó a Israel de cometer crímenes contra la humanidad y genocidio. En Sudán, los civiles siguen siendo víctimas de atrocidades generalizadas. En Haití, la violencia de las pandillas alcanzó niveles catastróficos.
A pesar del alto el fuego en Gaza, HRW insistió en que los crímenes cometidos por Israel y Hamás desde el 7 de octubre de 2023 no deben quedar impunes.