
Washington. La agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP) anunció este viernes que demandó a tres funcionarios del gobierno de Donald Trump, luego de que este vetara a sus periodistas de varios actos oficiales por su negativa a denominar el golfo de México como “golfo de América”.
La AP afirma en su acción judicial que la denegación de acceso a los eventos presidenciales durante diez días representa una violación de la Constitución de Estados Unidos.
Susie Wiles, jefa de gabinete de la Casa Blanca; Taylor Budowich, su adjunto; y Karoline Leavitt, portavoz de Trump, son mencionados en la denuncia.
En concreto, a la AP se le prohibió indefinidamente el acceso al Despacho Oval y al avión presidencial hasta que acceda a referirse en sus despachos al golfo de México como “golfo de América”, tal y como decretó Trump pocos días después de volver al poder.
“La Constitución no autoriza al gobierno a controlar el discurso”, señala la denuncia.
“Nos veremos en los tribunales”, reaccionó Leavitt durante un discurso en la convención CPAC, la gran cita de los conservadores.
La víspera, Trump llegó a tildar a la agencia de noticias de “organización de izquierda radical”.
La Associated Press, con 180 años de antigüedad, es considerada un pilar del periodismo estadounidense y proporciona noticias a medios impresos, televisivos y radiofónicos de todo el país.
En una nota de estilo del mes pasado, AP zanjó que “el Golfo de México ha llevado ese nombre durante más de 400 años” y recalcó que la orden ejecutiva de Trump “solo tiene autoridad dentro de Estados Unidos”.