Durante la Semana Santa, las mesas de cientos de familias en el país se llenan de sabores tradicionales como el atún enlatado, sardinas, filetes de pescado y la tan esperada miel de chiverre, ya sea acompañada con helado o en empanadas. Esta fiesta de sabores trae consigo una interrogante recurrente: ¿cómo se comportan los precios de estos productos típicos de la temporada?
Entre marzo de 2024 y marzo de 2025, el precio del filete de pescado aumentó un 8,91%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Por su parte, las sardinas enlatadas registraron un incremento de 4,82%, mientras que el precio del pescado y otros mariscos subió un 3,8%.
El atún enlatado experimentó un menor incremento con apenas 1,7% en el mismo período.
En marzo del 2024, el precio del filete de pescado registró su mayor caída interanual, con una variación de -11,23% respecto al mismo mes del 2023. No fue sino hasta octubre anterior cuando, por primera vez en el año, se observó un aumento interanual, con un alza de 1,47%, tendencia que se mantuvo con algunas fluctuaciones en los meses siguientes.
Sin embargo, entre enero y marzo del 2025, el incremento se aceleró: la variación pasó de apenas un 0,79% a un 8,91% en ese periodo trimestral.
Una tendencia similar se observa en las sardinas enlatadas, cuyo precio pasó de una variación interanual negativa de -2,2% en enero a un aumento de 4,82% en marzo, su nivel más alto en el periodo analizado.
En la categoría de pescados y otros mariscos, el incremento fue más moderado, aunque también evidente: la variación interanual pasó de 1,44%, en enero anterior, a 3,8% en marzo.
LEA MÁS: ¿Gastó más o menos dinero en marzo? Vea cómo variaron los precios de los bienes y servicios
El jueves 10 de abril, La Nación hizo un recorrido por el Mercado Central para verificar los precios del pescado y el chiverre.
La Pescadería Costa Rica, por ejemplo, ofrece medio kilo de pargo rojo, a ¢4.000; medio kilo de marlín blanco, a ¢6.000; medio kilo de filete de congrio, a ¢5.000; medio kilo de posta de vela, a ¢2.000; y los pescados enteros, a ¢1.500.
En otras pescaderías, los precios por medio kilo oscilaban entre ¢4.500 para el filete de pargo, ¢6.250 para marlín blanco, ¢4.000 para marlín rosado y ¢6.750 para filete de congrio.
En el caso del chiverre, el puesto Tramo Blanco los vendía desde ¢3.000 los de menor tamaño, hasta ¢4.000 los medianos.
Otros factores que llevaron al alza en los precios
Martín Contreras, presidente de la Cámara de Pescadores de Guanacaste, explicó que los precios varían según el tipo de pescado, pero existen factores regionales que impulsan estos desbalances. Señaló, por ejemplo, que en la provincia guanacasteca se presenta un fenómeno en estas fechas que afecta la pesca: las aguas están más calientes, lo que no favorece la captura de algunas especies.
Comentó que la especialidad en Puntarenas es la corvina, mientras que en Guanacaste predominan el pez pargo y la cabrilla, especies cuya pesca es más compleja, lo que eleva los precios.
Además, Contreras explicó que la alta presencia de hoteles y restaurantes en casi todas las playas de la provincia también influye en los precios, pues la escasez de productos se ve intensificada. No solo hay menos peces disponibles y la pesca es más difícil, sino que lo que logran capturar termina siendo adquirido por estos establecimientos.
El aumento de precios no es necesariamente solo por la Semana Santa, sino porque también se conjuga con la demanda del pescado. (...) Hay poca pesca y mucha demanda de los hoteles y restaurantes en las playas y comunidades costeras, que absorben la poca captura que se da. Eso hace que se eleve el precio del producto.
— Martín Contreras, presidente de la Cámara de Pescadores de Guanacaste.
Desde la Cámara, Contreras destacó que se preparan con al menos una semana de anticipación para la temporada, siendo el periodo más intenso de trabajo el que va desde el pasado jueves 3 de abril hasta este sábado 12 de abril. Además, señaló que colaboran con más de 1.000 personas para llevar a cabo las labores de pesca.
William Sancho, comerciante mayorista de pescado y mariscos en el Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (Cenada), explicó a La Nación que algunos productos deben adquirirse con antelación y congelarse de inmediato, ante la previsión de escasez, lo cual puede incidir en el aumento de los precios.
Señaló que especies como la corvina reina, el congrio, el pargo e incluso los camarones experimentaron incrementos debido a esta situación, especialmente por la prohibición legal de la pesca de arrastre, que obliga a importar parte del producto para atender la demanda.
Debido a esta situación, Karen Espinoza, también comerciante mayorista en Cenada, calificó esta temporada de pesca como “atípica”, ya que “lo poquito que llega, llega caro”. Señaló que esto genera un desajuste importante en los precios, los cuales, aunque son fluctuantes en la pesca, adquieren un mayor impacto durante Semana Santa, dado el aumento en el consumo y el consecuente efecto sobre el bolsillo de las personas.
En el caso del atún, Sancho explicó que los precios más bien han disminuido. Atribuyó esta tendencia a la abundante oferta de esta especie en el país, por lo que incluso se proyectan promociones para facilitar su acceso a precios más bajos para los consumidores.
En promedio, los hogares costarricenses destinan ¢5.845 millones mensuales a la compra de atún en conserva, ya sea en aceite, con vegetales o en agua. El atún en aceite es la tercera fuente de proteína en la que más invierten, con ¢4.030 millones al mes, solo superado por el huevo de gallina y el bistec de res, según datos de la última Encuesta de Ingreso y Gastos de los Hogares (ENIGH) realizada por el INEC.
Ante este elevado consumo de atún en conserva en el país, la compañía mexicana GrupoMar seleccionó a la empresa costarricense Grupo DIPO para distribuir la marca Tuny, con el objetivo de ampliar su distribución y satisfacer la alta demanda.
Precios del chiverre se mantuvieron estables
La miel de chiverre, tan esperada por muchos en esta temporada, requiere un largo proceso de cultivo. Joel García, comerciante mayorista de legumbres y verduras en Cenada, explicó a este diario que este producto tarda entre ocho y nueve meses en desarrollarse, y usualmente se siembra en agosto.
Según García, los precios de este año se mantuvieron estables. Señaló que el costo mayorista de 12 kilos varía entre ¢5.500 y ¢6.000, mientras que los de ocho o siete kilos descienden a ¢4.000.
En lo que va de la temporada, García indicó que ha vendido entre 2.500 y 3.000 chiverres y expresó su esperanza de no tener que aumentar los precios, a pesar de la alta demanda propia de la época.