
Una mujer de 34 años fue diagnosticada con cáncer colorrectal en etapa 3, luego de varios meses en que los médicos no identificaron la enfermedad.
Heather Barry, residente en el área de Boston, comenzó a experimentar sangrado rectal, pérdida de peso y estreñimiento persistente tras el nacimiento de su tercer hijo en mayo de 2023.
Los especialistas atribuyeron los síntomas al posparto. Le recomendaron modificar su dieta, caminar más y usar laxantes. Pese a su insistencia, tres médicos repitieron el mismo diagnóstico sin solicitar estudios más profundos.
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Barry perdió 13 kilos y notó que el estreñimiento se volvió constante. En el 90% de sus evacuaciones se presentó sangrado. Ante la falta de respuesta médica, buscó una segunda opinión.
En enero de 2024, un especialista ordenó una colonoscopia, pero el procedimiento no pudo completarse: un tumor de 5 centímetros bloqueaba casi todo el recto.
El cáncer ya se había extendido a los ganglios linfáticos. En ese momento, Barry tenía un bebé de 7 meses, un niño de 2 años y otro de 6. Fue referida al Hospital General de Massachusetts, donde inició tratamiento inmediato.
Los médicos colocaron una bolsa de colostomía para permitir la digestión. Después recibió quimioterapia y radioterapia pélvica, tratamiento que afectó su fertilidad.
Posteriormente fue sometida a una cirugía en octubre de 2024 para retirar el recto, el tejido afectado y parte del colon. Las secciones sanas fueron reconectadas y recuperó la capacidad de evacuar con normalidad.
Heather Barry recibió el diagnóstico tras meses de síntomas ignorados. Especialistas del hospital reconocieron que la paciente era una mujer saludable, sin factores de riesgo evidentes. Indicaron que no hay una explicación clara sobre el aumento de casos de cáncer colorrectal de aparición temprana.

La Sociedad Estadounidense del Cáncer indicó que el 30% de los nuevos diagnósticos corresponden a cáncer en el recto. Este tipo de tumor inicia en la parte final del intestino grueso. Sus síntomas incluyen estreñimiento, sangrado al evacuar y pérdida de peso sin razón aparente.
En el caso de Barry, los médicos consideraron que el embarazo pudo haber sido un factor de distracción en la detección. El sangrado y las hemorroides que presentó durante ese periodo fueron vistos como efectos normales del posparto.
Luego de meses de tratamiento, los marcadores tumorales de Barry disminuyeron a niveles indetectables. Ahora busca crear conciencia sobre los síntomas del cáncer colorrectal. Pide a las personas que confíen en su instinto y sigan insistiendo si sienten que algo no está bien con su salud.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.