De cierta manera, la cocina nikkei entra con ventaja: es muy divertida. Claro, al sentarse a la mesa, lo primordial para uno como comensal es que los platillos sean ricos. Pero si además ofrecen algo de humor, algo de inesperado, pues ganamos el doble. Si la comida da de qué hablar es mejor.
Eso me ocurrió hace unos días en Niiu, donde Eckardt Vanselow y Nicole Illig me invitaron a conocer su nuevo menú. El restaurante, abierto desde 2023, ahora emprende un nuevo camino bajo la dirección de los empresarios, que ya tienen experiencia con Illig Biergarten. De Alemania saltamos a Perú, a esa fusión particular que nace de los aportes japoneses a la ya rica gastronomía sudamericana.
El resultado es la nueva vida de Niiu, que nos lleva de una entretenida (¡así es!) barra kaiten, con sus barquitos flotantes rebosantes de sushi y nigiri, a ceviches y tiraditos, pasando por carnes y postres (el choco matcha me tentó a última hora).
“Nosotros somos una cocina y un restaurante muy honesto porque usamos las mejores materias primas que podemos encontrar en el mercado”, dice el chef Roberto Montoya. Complementan su equipo el maestro del sushi Iván Aguilar, con más de 30 años de experiencia, y el mixólogo Christian Garro, quien también está perfilando el nuevo carácter el restaurante.
Illig dice que aspiran a ofrecer un ambiente que, al lado de cocina de alta calidad, se sienta más casual e invite a públicos más jóvenes a sus vinos, cócteles y las fusiones que proponen desde lo nikkei y lo internacional.
Una entrada que empieza con personalidad: camarones saltados con leche de tigre, cebollino y gratinados con grana padano. Sabores que se enriquecen mutuamente; un giro inesperado que sabe penetretante.
Pero lo más satisfactorio fue la textura de los fideos udon servidos con salsa cremosa de coco-curry y polvo de maíz crocante, acompañados de camarones al panko: apenas en su punto, ni muy pesados ni demasiados ligeros. Lo mismo con el pulpo, que como todos sabemos es un riesgo, y esta vez ejecutado con fineza, servido con mantequilla de ajo ligera, hojuelas de bonito y sésamo tostado.
Niiu tiene un desafío interesante: la cocina nikkei es muy conocida en nuestro país, pero igualmente se busca la calidad y se añora la consistencia. Vanselow dice que procuran una “explosión de sabor, lo picante del peruano incorporarlo al estilo japonés”. Pero eso depende de un excelente producto. Illig detalla que importan pescados como la macarela saba y el hamachi de Japón, pero como nos recuerda el chef, también trabajan con productores de Costa de Pájaros para tener el producto local más fresco.
Niiu apenas comienza su nuevo camino. Ya veremos si mantienen su promesa, pero por ahora, volveremos por los fideos y la frescura del pescado. Es lindo poder reírse con un platillo.