Las pifias cometidas en los decretos sobre las mascarillas y la vacunación contra la covid-19 se convirtieron en un inoportuno distractor en el arranque del nuevo gobierno.
En plena etapa de acomodo y con una gran carga de expectativas a cuestas, la debutante administración debe dedicar horas extras a tratar de arreglar el entuerto.
El presidente, Rodrigo Chaves, ni siquiera se había sentado en su despacho cuando un vendaval de críticas arreciaba sobre su intención de eliminar la obligatoriedad de la vacunación.
Mucho de cierto debe haber cuando colegios profesionales, sindicatos del sector sanitario y científicos coinciden en alertar sobre una decisión tomada sin fundamento técnico.
Mucho de cierto debe haber también cuando los registros del Ministerio de Salud evidencian que el país se encuentra a las puertas de una quinta ola de contagios de la covid-19.
Para no dar el brazo a torcer, el gobierno intentó maquillar su desacierto publicando dos decretos que, sin embargo, dejan más preguntas que respuestas.
El problema es que, inmersos en la atención de esta tormenta tempranera, la Casa Presidencial parece descuidar otros asuntos que ameritan su intervención urgente.
Resulta claro, por ejemplo, que pecaron por omisión al enviar a los nuevos diputados una primera tanda de proyectos carentes de visión estratégica.
De hecho, la primera semana de trabajo del plenario legislativo se desaprovechó debido a que no fueron convocadas iniciativas de peso que pudieran ser sometidas a votación.
En ese contexto, no es de extrañar el grito unánime puesto por los jefes de fracción a la ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, para que ampliara la agenda.
La bancada del Partido Progreso Social Democrático (PPSD) alegó que no hubo tiempo suficiente para analizar todas las iniciativas que serían convocadas.
Lo anterior sería un error imperdonable en momentos en que la oposición parece estar dispuesta a consensuar y promover proyectos significativos para el país.
Transcurrido el desafortunado trance de los primeros días, ojalá el gobierno ordene sus ideas y clarifique sus prioridades. No estamos para seguir perdiendo más tiempo.