Luego de años de espera, los servicios de telefonía e internet finalmente llegaron a alrededor de 23.000 personas de pueblos indígenas durante el 2021, gracias a la instalación de 13 radiobases que fueron colocadas por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) en seis territorios distintos.
Este proyecto para llevar conectividad a estas regiones forma parte del programa Comunidades Conectadas del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel), el cual opera bajo la administración de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
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Estas 13 torres de telecomunicaciones se instalaron en las comunidades de Keköldi, Talamanca Cabécar, Talamanca Bribri, Alto Chirripó y Tayní, ubicadas en el Atlántico. Y otras dos se colocaron en el territorio de Rey Curré, en Buenos Aires de Puntarenas.
“Ni la gente que, pobremente, tenía su celular, tenía señal (…) Ahora es otra cosa; hay señal y eso ayuda muchísimo porque uno necesita informarse y en Internet y en las redes puede encontrar de todo. Ya no hay que viajar hasta Palmar —a unos 12 kilómetros— para tener señal”, contó Jenifer Duarte Obando, quien forma parte de la Asociación de Mujeres de Guácimo de Boruca.
Según el comunicado, los contratos fueron firmados en marzo del 2020 y el ICE fue el único operador interesado en llevar el servicio de telefonía e internet a estos pueblos. Además, para este año proyectan la instalación de 19 torres más.
De las cuales 11 estarán en los territorios de Salitre, Altos de San Antonio, Ujarrás y Cabagra y las ocho restantes se construirán Tayní, Bajo Chirripó, Talamanca Cabécar, Alto Chirripó Duchi y Talamanca Bribri.
“Avanzamos satisfactoriamente y según el cronograma vigente. Llevar conectividad a estos territorios nos enorgullece, porque contribuimos al cierre de la brecha digital”, explicó Mauricio Rojas, gerente de Telecomunicaciones del ICE.
De acuerdo con Federico Chacón, presidente del Consejo de Sutel, la inversión de Fonatel en la construcción de torres y la expansión de redes de telecomunicaciones en zonas remotas alcanza los $12,6 millones. Chacón mencionó que esperan cubrir los 24 territorios indígenas del país en el futuro.
Brecha de conectividad
Randall Otárola, viceministro de la Presidencia que atiende temas relacionados con población indígena, enfatizó en que el proyecto llega a atender una de las brechas más evidentes en territorios indígenas, que es la de la conectividad a internet y telefonía móvil.
Ante las dificultades presentadas en años anteriores para disminuir esa brecha, el Gobierno estableció una mesa de coordinación interinstitucional a finales del 2020 para acelerar la atención de las necesidades latentes de conectividad para estas comunidades. Esta mesa permitió alinear y coordinar el proyecto para iniciar el proceso de instalación del equipo de telecomunicaciones para el año anterior.
“Este proceso, establecido en comunicación con las asociaciones de desarrollo, permite que centenares de personas indígenas puedan estudiar, trabajar y atender citas médicas y otras, lo cual, sin ninguna duda, significa un impacto positivo en su vida cotidiana”, acotó Otárola.
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En tanto, Irene Cañas, presidenta ejecutiva del ICE, expresó su “compromiso total” con el desarrollo humano y la conectividad en los territorios indígenas. “Por eso, seguiremos trabajando con otras instituciones en concluir estos importantes proyectos según el cronograma vigente”, añadió la jerarca.
De hecho, para finales del 2024, la institución prevé la colocación de 61 radiobases, las cuales podrían llegar a beneficiar a un total de 86 escuelas y colegios y 30 centros de salud de diferentes pueblos indígenas con servicios de telefonía e internet de la misma calidad que se ofrece en el resto del país.
De acuerdo con Sutel, actualmente hay 19 torres instaladas en territorios indígenas. Sin embargo, la meta de política pública establecida por el Gobierno consiste en brindar conectividad significativa a los 24 territorios indígenas del país, por lo que la ejecución continuará en este 2022.