El paciente llegó media hora antes a su cita de vacuna este sábado en la Clínica Solón Nuñez, en Hatillo, y el guarda le dijo simplemente que habían cerrado, que volviera el lunes. Foto: Archivo (GRACIELA SOLIS)
Edemir Pizarro Villarreal y su esposa, Francine Segura, acudieron a la Clínica Solón Núñez, en Hatillo, por su segunda dosis contra la covid-19 este sábado, 21 de agosto, aun en medio aguacero vespertino. La cita la tenían a las 3:30 p. m.
Aunque llegaron con media hora de anticipación, se encontraron con la clínica cerrada. Solo el guarda, desde adentro, les dijo que habían cerrado desde las 2 p. m., y que habían avisado por Facebook.
Les informó, además, de que ahora ellos dos y otro señor que acudieron a la cita programada tenían que volver el lunes para que les reprogramaran la vacuna.
Pizarro, abogado de profesión, de 49 años, y su esposa de 48, no salen de la sorpresa y el enojo. Ambos recibieron la primera dosis el 29 de mayo de 2021, en ese mismo centro de salud.
“En la clínica tienen nuestros teléfonos y correos y nunca nos contactaron. Hemos contado los días y las horas para completar nuestra protección contra esa enfermedad.
“Estoy absolutamente convencido de la importancia de esta vacuna y cumplo con los protocolos. Esperaba la segunda dosis porque tengo más de un año de no ver a mis papás para protegerlos de cualquier contagio y nos hacen esto”, reclamó Pizarro, vecino de Hatillo centro, en San José.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/DQZIJ5LQZRCZTNSDJXRDAEDZBU.jpeg)
Persona que fue por segunda dosis a la Solón Núñez y encontró la clínica cerrada. (Cortesía )
Según explicó, el guarda de la Clínica Solón Núñez no le dio ninguna razón para justificar el cierre tempranero. Tampoco en las redes oficiales del centro de salud explican las razones, dijo Pizarro.
“Yo no uso Facebook. Para eso yo tengo mis datos actualizados en el EDUS (Expediente Digital Único en Salud). El guarda lo único que nos informó fue de que la clínica había hecho una publicación el día anterior en las redes.
“Yo no iba a llegar al mediodía a hacer tumulto. Para eso dan la cita, para cumplir con un aforo”, comentó Pizarro, quien requiere esta protección porque además es hipertenso y diabético, enfermedades por las cuales lleva seguimiento médico en el Hospital San Juan de Dios.
LEA MÁS: Hospitales y áreas de salud se enfocarán en poner segunda dosis contra covid-19
“Mi caso evidencia el doble discurso que en materia de vacunación viene sosteniendo la CCSS. Están exponiendo mi salud a riesgo y por otro lado están disponiendo de un horario de trabajo, pues ahora debo ir el lunes a ver qué pasó con ese evidente incumplimiento”, agregó.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) anunció que a partir de este lunes 23 de agosto y por las próximas semanas se enfocará en la aplicación de las segundas dosis.
Esto es muy importante en momentos en que circula la variante delta en el territorio nacional.
Esta variante del SARS-CoV-2 es la más transmisible de las que han circulado hasta ahora. Una persona la puede contraer con solo haber entrado en contacto con un infectado unos cuantos segundos.
LEA MÁS: ¿Puedo ponerme la segunda dosis en el centro de salud que yo quiera?
Las dos vacunas que se colocan en Costa Rica, producidas por las farmacéuticas Pfizer y AstraZeneca, confieren un importante grado de protección, sobre todo después de la segunda dosis.
Aunque la persona puede contraer el virus, el riesgo de desarrollar un cuadro grave que la envíe al hospital es menor si tiene la vacuna.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/Y5HCB37A6FFFLIJNOC7JIDSA5I.jpeg)
Edemir Pizarro Villarreal, de 49 años, es hipertenso y diabético. Esperaba completar su esquema para ver a sus papás, a quienes no visita personalmente desde hace un año debido a la pandemia. (Cortesía )
De acuerdo con el último corte de la Caja, del 16 de agosto, la institución ha aplicado más de 3,8 millones de dosis.
De ellas, casi tres millones corresponden a primeras dosis, y alrededor de 900.000 a segundas dosis.
Apenas el 17,4% de la población meta a proteger contra esta enfermedad tiene su esquema completo.
De ahí la necesidad de aumentar la cobertura ante el incremento del riesgo de contagio con la nueva variante.