
Pilar Garrido, ministra de Planificación, explica que el manejo económico de la pandemia del nuevo coronavirus resulta sumamente complejo.
Al tiempo que se requieren recursos para la atención sanitaria y el apoyo a trabajadores con ingresos reducidos, es necesario mantener el camino de la recuperación de las finanzas públicas y, por tanto, garantizar el pago de la deuda pública, dice.
En entrevista con La Nación, la funcionaria sostiene que, de esa manera, la economía y el empleo se recuperarán más rápido cuando pase la crisis sanitaria.
Por ello, sostiene que la crisis desatada por el covid-19 exige mucha flexibilidad en el manejo del ¢1 billón del plan Proteger, el cual fue solicitado al Congreso para atender las consecuencias económicas de la emergencia.
-La calificadora de riesgo Standard and Poor’s prevé que el déficit fiscal de este año será de un 8%, más alto de lo que había estimado el Banco Central. ¿Se está haciendo algún esfuerzo por recalcular el déficit futuro, teniendo en cuenta que hay una crisis en desarrollo?
"Estamos trabajando en dos líneas. Una primera es poder garantizar los recursos necesarios para la atención de la emergencia en el plano sanitario, social y económico. Esa línea también tiene que ver con cómo hacer para proteger a la gente y destinar más recursos a ellos, lo cual es una política fiscal que definitivamente tiene un impacto sobre lo que es el déficit.
“Ahí vienen las otras dos medidas, que tienen que ver justamente con poder prevenir que esta sea una crisis que comprometa la consolidación fiscal y el camino para la consolidación fiscal que llevamos, y que nos mine las posibilidades para una recuperación mucho más rápida y, por eso, también prevenir que una crisis que está vinculada con la pandemia se convierta en una crisis estructural”.
-¿Tienen un escenario base de cuánto más grave podría ser el déficit, por efecto de la crisis?
"En este momento, las estimaciones que tenemos están dentro de lo que se señala por las calificadoras. No obstante, es una situación que es compleja, porque hay un alto nivel de incertidumbre en relación con las implicaciones que va tener la pandemia en sus fases sanitarias.
"Si es muy explosiva y requiere medidas de aislamiento mucho más robustas y drásticas, eso va a tener un impacto en el denominador de la razón de endeudamiento.
"Ahí nos referimos al crecimiento económico y a lo que va a significar en términos de destrucción de empleo y de rebajar un poco el dinamismo de la propia economía. Por supuesto que eso va a tener un impacto en relación con el déficit.
"Lo que estamos tratando de hacer es destinar recursos del plan Proteger para continuar en la ruta de consolidación fiscal, poder seguir amortizando el pago de la deuda, poder garantizar la continuidad de la operación de los servicios públicos.
"Al mismo tiempo, estamos destinando recursos para poder atender a las personas que se han quedado sin ingresos, mediante subsidios específicos, y, por otro lado, también destinar recursos para prever y anticipar el recrudecimiento de la crisis en la fase sanitaria, que va a requerir recursos adicionales.
“Estamos tratando de conciliar todas las dimensiones y no abandonamos aún, y jamás lo haremos, la ruta de consolidación fiscal que llevábamos, porque es lo que nos permite dar confianza para tener una recuperación mucho más rápida, que el rebote de crisis sea mucho más significativo y nos ayude a poder transicionar hacia una fase de crecimiento y empleo más robusta”.
-Usted y los demás jerarcas han aclarado que es difícil estimar cuánto durará la crisis, pero para el corto plazo, ¿han calculado aproximadamente cuánto van a necesitar, por ejemplo, para el próximo mes? ¿O si el ¢1 billón del plan Proteger se utilizará en proporciones específicas para los gastos en salud, los subsidios por desempleo y la operación del Estado?
"En realidad, lo que se trata es que sea un instrumento lo suficientemente flexible para poder anticipar y mitigar los efectos que vaya teniendo la crisis. Si de pronto se torna, porque no hay respeto por parte de la ciudadanía a las medidas de aislamiento, entonces se va a requerir inyectar muchos más recursos para poder dar más atención sanitaria, poder garantizar más camas, más respiradores y otras medidas de esa naturaleza.
"Si, por el contrario, hay unas medidas de aislamiento mucho más fuertes, lo que se denomina en inglés un lockdown, entonces se van a requerir más recursos porque las personas van a estar imposibilitadas a salir. Eso nos lo va a ir diciendo el avance de la curva pandémica, es decir, el comportamiento de la situación sanitaria nos va a ir diciendo cuáles son las medias que tenemos que tomar.
"Por lo pronto, puedo garantizar que vamos a presentar un presupuesto extraordinario por concepto de ¢225.000 millones que comprende varias cosas. Una primera para poder zocarse la faja, que es contener el gasto, redireccionar recursos que ya tenemos presupuestados para destinarlos a subsidios y la atención sanitaria de la emergencia.
“La segunda tiene que ver con destinar recursos para poder llegarle, al menos, a 375.000 familias con un subsidio máximo de hasta ¢200.000 por tres meses, para poder garantizar cubrir las necesidades básicas y protegerles ante situaciones de necesidad”.
-¿En qué tipo de rubros se van a zocar la faja para obtener los ¢100.000 millones anunciados?
"Estamos tomando decisiones en relación con las partidas de viajes, gastos de representación, compras, en la partida de equipamiento. Había personas que iban adquirir un edificio propio u otros. Ese tipo de rubros son los que estamos analizando, también otros que tienen que ver con transferencias, por supuesto sin afectar la protección social de las personas que en este momento es crítica”.
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-Del presupuesto extraordinario de ¢225.000 millones, el 100% de los recursos vienen de este ahorro, junto con la ganancia por la caída de los precios de los combustibles?
"Ese es uno de los supuestos que vamos a incorporar: el diferencial de precios en los combustibles, también la reasignación de partidas para poder destinarlas a la atención de la emergencia y también algunos recursos de lo que ya nos han aprobado los diputados, con mucha responsabilidad, que es el préstamo de la cooperación andina de fomento, de la CAF.
-¿Es una mezcla de fuentes, entonces?
Sí, correcto, es una mezcla de fuentes porque también hay que garantizar poder seguir haciendo los pagos de la deuda y también poder garantizar otros recursos, que ya se tenían presupuestados, para poder continuar con la prestación ordinaria de servicios públicos.
-Los diputados han expresado malestar, pues consideran que cuando se les expuso el plan Proteger, no se les explicó con claridad que parte de los recursos se iban a necesitar para mantener la operación del gobierno, ¿Usted considera que sí se les explicó, o tal vez no de forma específica?
"Lo que pasa es que, cuando uno genera un presupuesto, parte de algunos supuestos, como el tema de la recaudación ordinaria de los impuestos. Como hay una moratoria, hay que encontrar la manera de cubrir esos ingresos que no se están dado, o por personas que han visto reducida su liquidez y, por ende, no están llegando a Hacienda.
"Como también estamos recomendando el tema del aislamiento y quedarse en la casa, otros impuestos que están relacionados con el ruedo también se ven comprometidos. De lo que se trata es de poder garantizar que las instituciones puedan seguir funcionando, sobre todo las de primera respuesta, como el Misterio de Salud, el Ministerio de Trabajo, la Comisión Nacional de Emergencias, el IMAS.
"También, que se les pueda responder a las personas con recursos suficientes en caso de un comportamiento explosivo de la curva de la pandemia, o de que se requieran más subsidios.
"La verdad es que esta crisis está siendo muy compleja en la dimensión económica y hay que responder adecuadamente a ello. Lo que sí les explicamos con absoluta transparencia es que ellos van a poder ubicar, dentro de los presupuestos extraordinarios, todo el lujo de detalle de a qué se van destinar los recursos, y van a poder observar que se está gastando en lo que se había comprometido.
“También, vamos a establecer los mecanismos de rendición de cuentas oportunos para garantizar que se está haciendo una gestión de los recursos públicos con completa transparencia y eficacia”.
Colaboró la periodista Michelle Campos.