Los diputados de la Comisión de Honores de la Asamblea Legislativa recomendaron, este miércoles por la mañana, entregar la ciudadanía de honor costarricense al escritor nicaragüense Sergio Ramírez Mercado, actualmente perseguido por el gobierno autoritario de Daniel Ortega.
La decisión se tomó seis meses después de que los expresidentes de la República hicieron la solicitud al Congreso, en setiembre pasado, por la lucha del escritor por la defensa y promoción de la libertad.
La votación no fue unánime, pues de los cinco miembros, tres votaron a favor, uno en contra y la quinta persona estuvo ausente.
El dictamen afirmativo tuvo el apoyo de Jorge Fonseca, de Liberación Nacional (PLN), y los independientes Dragos Dolanescu y Edgar Jovel Álvarez, mientras que Otto Roberto Vargas, del Partido Republicano Social Cristiano (PRSC), votó en contra. Paola Vega no estuvo en la votación.
De hecho, Fonseca puso a votación el asunto apenas fue nombrado en la presidencia de la Comisión de Honores que había ocupado, anteriormente, la socialcristiana María Inés Solís, exlegisladora (renunció al cargo el 7 de febrero pasado) que se opuso a la investidura de Ramírez como ciudadano de honor.
“Consideré oportuno hoy, ya designado presidente, tratar de sacar lo pendiente y ponerlo a valoración. No tengo ninguna razón para no conceder esto, nadie me ha dicho que no. Aparte de eso, se trata de una iniciativa de los expresidentes, simple y sencillamente por aspectos culturales y los aportes de don Sergio al país”, indicó Fonseca.
Consultado por la negativa de Solís a la propuesta, el liberacionista respondió que prefería no referirse a ello y solamente cumpliría con sus deberes como diputado y presidente de la Comisión de Honores. “Un diputado debe cumplir con su función y no dejarse nada guardado”, indicó.
En octubre pasado, a tres semanas de llegada la propuesta de ciudadanía de honor para Ramírez al Congreso, naufragó la propuesta para darle vía rápida a esa iniciativa, por la negativa de fracciones como la Unidad Social Cristiana (PUSC) y el PRSC.
Expresidentes que habían firmado la propuesta a instancias de la exmandataria Laura Chinchilla dieron un paso atrás, en aquel momento y optaron por que el proyecto caminara por la ruta regular y no por el camino corto.
En esa posición se manifestó Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002), públicamente. En esa polémica se mezcló la novela que había escrito Sergio Ramírez sobre Yolanda Oreamuno, hace varios años, y el apoyo a la Revolución Sandinista.
En 1979, Sergio Ramírez lideró el Grupo de los Doce, alianza de intelectuales que apoyó la Revolución Sandinista y, entre 1984 y 1990, ocupó la vicepresidencia de ese país, junto con Ortega. En 1996, abandonó la participación política.
Ahora, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo dictó una orden de captura en su contra, tal como lo ha hecho con figuras con aspiraciones presidenciales y exaliados del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Por su parte, un grupo exiliados nicaragüenses en Costa Rica se opuso a que se otorgue el reconocimiento. Esas presiones contra esa ciudadanía de honor han venido desde nicaragüenses opuestos al sandinismo que han promovido sus posiciones entre varios diputados costarricenses.
Ahora, ya dictaminado afirmativamente el proyecto, pasará al plenario de la Asamblea Legislativa para que sea ese órgano el que tome la decisión final.