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La constructora, con 5.000 empleados en la región, anunció medidas para tratar de reconstruir su reputación. (Rafael Pacheco Granados)
A ocho meses de los allanamientos por el Caso Cochinilla, la constructora MECO anunció cambios en su estructura para tratar de sobrevivir. Estas modificaciones ocurren mientras Carlos Cerdas Araya, fundador de la compañía, sigue en prisión preventiva por presuntos actos de corrupción relacionados con contratos de construcción de obra pública en el país.
“Con el propósito de convertirse en protagonista de su propia historia y a pesar de los 8 meses de turbulencia que le ha tocado enfrentar, Constructora MECO ha venido edificando, como bien lo sabe hacer, las bases de una renovada estructura para continuar construyendo progreso en los cinco países donde mantiene operaciones”, expresó la empresa por medio de un comunicado de prensa.
El principal cambio se da en la gerencia general, puesto que será ocupado por Andrés Chavarría, ingeniero con 19 años de carrera en la compañía.
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MECO informó además, de que separó de la Junta Directiva a Cerdas y quitó de cargos corporativos a las personas que forman parte de las investigaciones por el caso Cochinilla para que ellas ejerzan su defensa judicial de manera independiente. También, dijeron, tercerizaron su canal de denuncias para garantizar un trato independiente y nombraron un comité de cumplimiento que debe reportar a la Junta Directiva.
“Siempre hemos creído que la sostenibilidad de Constructora MECO está en nuestras manos, y en las acciones que realicemos para generar confianza y crecimiento futuro”, señaló Chavarría.
El nuevo gerente general aseguró que han sufrido un “linchamiento público” sin que existan cargos en contra de la empresa.
“El daño reputacional para nuestra empresa, ha sido de grandes proporciones, no solo en Costa Rica sino en los cinco países donde operamos y por esto estamos absolutamente decididos y comprometidos a que salga la verdad real de los hechos”, aseveró Chavarría.
En la presidencia de la Junta Directiva de MECO se mantendrá José Alfredo Sánchez, quien ocupa ese puesto desde 2019.
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“Con gran satisfacción se puede ver como los nublados del día se empiezan a dilucidar. Tras la renovación organizacional, el principal interés de Constructora MECO y de sus 5.000 colaboradores es aclarar la verdad de los hechos con los que se le relacionan, y empezar el lento proceso de reconstruir su reputación”, declaró en el comunicado.
MECO dijo en su boletín que nunca se desviaron ¢78.000 millones, como lo informaron autoridades judiciales al momento de los allanamientos, en junio de 2021.
“Ahora va saliendo a la luz pública que el déficit de ¢78.000 millones en el Conavi no fue sustraído, ni malversado, según la misma exministra de Hacienda, Rocío Aguilar, lo declaró el pasado 10 de febrero ante la Fiscalía de Probidad, Transparencia y Anticorrupción”, enfatizó el nuevo gerente general.
En los allanamientos del llamado Caso Cochinilla, en junio, fueron detenidos altos ejecutivos de MECO de apellidos González, Bolaños y Arce. También fue detenida Mélida Solís, propietaria de la constructora H. Solís, gerentes de otras tres empresas constructoras y funcionarios del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
De todos ellos, solo Cerdas y Solís cumplen prisión preventiva.