Bruselas. EFE. Bélgica llevó a cabo ayer una gran operación antiterrorista entre yihadistas –que acababan de regresar de Siria– en varias ciudades del país, con la que evitó atentados terroristas de “envergadura” e “inminentes”, dijo la Fiscalía.
Un juez antiterrorista de Bruselas autorizó una decena de operaciones en Bruselas, la ciudad de Verviers, situada en la provincia de Lieja, y en Hal-Vilvorde, precisaron los fiscales Eric van der Sijpt y Thierry Werts, de la Fiscalía federal, en una comparecencia ante la prensa en la capital belga.
Asimismo informaron de que el Órgano de Coordinación para el Análisis de las Amenazas (OCAM) elevó el nivel de alerta para todo el país del 2 al 3, sobre una escala de 4.
Las operaciones comenzaron poco después de las 18:45 GMT (12:45 p. m. en Costa Rica) en Verviers, cerca de la estación de trenes, donde testigos escucharon tiroteos y varias explosiones, y todavía seguían en un área cercana al lugar del operativo, según medios locales.
En el momento en el que las fuerzas de seguridad belgas interrumpieron en la vivienda en la que se refugiaban los yihadistas, los sospechosos dispararon “durante varos minutos” con armas automáticas y cortas contra las fuerzas del orden, si bien ningún agente fue herido, afirmó van der Sijpt.
En el asalto murieron dos presuntos yihadistas y un tercero resultó herido, de acuerdo con la Fiscalía, la cual indicó que este último ha sido detenido en el operativo policial.
Las fuentes confirmaron que, con esta operación “se han evitado atentados terroristas de envergadura y que iban a cometerse de inmediato”.
Las operaciones se efectuaron en el marco de una investigación sobre una presunta célula operativa de yihadistas que habían regresado de Siria, pero las investigaciones comenzaron antes de los atentados terroristas en París , que cobraron 17 vidas la pasada semana.
La macrooperación fue ejecutada por unidades del mando antiterrorista de la Policía federal belga, unidades especiales y los servicios de seguridad (inteligencia) del Estado, según la Fiscalía.
De momento no había establecido ningún vínculo con los atentados ocurridos en Francia, puntualizó la Fiscalía.
Bélgica ha extremado las medidas de seguridad y de prevención a raíz de los ataques en Francia, y el miércoles detuvo a un belga que negoció la venta de armas con los hermanos Kouachi , autores del atentado contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo.
Según su declaración, mantuvo contacto con Amedy Coulibaly, el autor del atentado contra el supermercado judío de París, donde cuatro rehenes fueron asesinados, y ha asegurado que el francés intentó comprarle un vehículo y quiso engañarle durante la operación.
La operación antiterrorista de ayer se produjo además un día después de la difusión de un mensaje en la red social Facebook de un joven belga, Lucas van Hessche, que había viajado a Siria el verano pasado para combatir junto a los miembros del Estado Islámico (EI) y que amenazaba con que los terroristas “llegarán a Bélgica”.
Por otra parte, se conoció ayer la difusión de un video de tres combatientes del EI en el que llaman a los musulmanes de Europa que no pueden viajar a Siria y a Irak a “continuar la yihad”, en Bélgica, Francia, Alemania y en Suiza, informó la agencia Belga.
En otra operación antiterrorista llevada a cabo en Bélgica fue detenido un hombre armado de origen africano que habría gritado “Alá es grande” en la estación del metro Ribeaucourt, en Molenbeek-Saint-Jean, un municipio de la región Bruselas-Capital.
Según los últimos datos publicados en Bélgica, cada mes hay diez belgas que viajan Siria e Irak para sumarse a las filas de Estado Islámico y al Frente al-Nusra, afiliado a al-Qaeda.
En total sumarían 184 combatientes belgas en estas organizaciones yihadistas, un récord, dado que en marzo había unos 165 combatientes belgas en Siria e Irak y unos 50 habían vuelto a su país.
Según datos de Europol, entre 3.000 y 5.000 ciudadanos de la Unión Europea (UE) han viajado a países en conflicto como Siria para unirse a grupos yihadistas, y la cifra total, sumando a las personas de terceros países, se situaría entre 12.000 y 18.000 personas.