El presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), Róger Madrigal, puso en duda que las entidades financieras trasladen la reducción de la tasa de política monetaria (TPM) a los deudores en colones.
“Ya el Banco (Central) hizo su tarea de reducir la tasa. Le queda al sistema financiero trasladarle esa rebaja al usuario final. Se la van a trasladar a los ahorrantes, en eso no tengo ninguna duda, y a los usuarios del crédito, lo que hemos visto, es que no es así”, dijo Madrigal en la conferencia de prensa realizada, este jueves 17 de julio, tras la quinta reunión de política monetaria de este 2025.
En esa sesión, la Junta Directiva del Banco Central acordó por unanimidad bajar la tasa de interés de referencia en colones en 25 puntos base (p. b.), para ubicarla en 3,75% anual.
Este ajuste a la baja se da luego de cinco reuniones consecutivas en que el ente emisor decidiera no modificar el nivel de su tasa, la principal referencia para el mercado en colones, ya que influye tanto en los créditos como en los ahorros. Desde el 18 de octubre del 2024 y hasta el 17 de julio del 2025, la tasa se mantuvo en 4%.
Ante las declaraciones de Madrigal, Rodrigo Cubero, asesor de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC) y expresidente del Banco Central, indicó a La Nación: “El tema es que la velocidad y magnitud de las disminuciones de la TPM han sido lentas y bajas. Entonces cabe preguntarse: ¿y si la tasa activa (la que las entidades cobran por los préstamos) no baja en línea con la TPM, por qué el BCCR no baja aún más la TPM?”.
Cubero añadió que las tasas activas tampoco “suben ni subieron” en línea con la TPM, y, por consiguiente, no requieren disminuir “tanto ni tan rápidamente”. “Prueba de ello es que cuando la TPM subió de 0,75% a 9% (8,25 puntos porcentuales), las tasas activas promedio subieron de 9% a 13% (cuatro puntos porcentuales)”, señaló.
Por otro lado, la directora ejecutiva de la Cámara de Bancos e Instituciones Financieras, Annabelle Ortega, mencionó a este diario que el sistema financiero sí traslada las variaciones en la tasa de política monetaria a los usuarios de sus servicios.
Ortega explicó que los ajustes primero se trasladan a las tasas que se pagan sobre los depósitos y ahorros, y “más tarde” se reflejan en los tipos de interés que se cobran sobre los créditos.
“Estas variaciones requieren una revisión interna por parte de las entidades de la composición de sus captaciones y calces de sus plazos, por lo que no se trasladan en forma inmediata. Además de considerar factores tales como el riesgo de crédito del producto, la competencia bancaria y el grado de dolarización de cada entidad, entre otros elementos”, apuntó.

Transmisión de la TPM a las tasas
Durante la conferencia, Madrigal dijo que el Banco Central se ha dado cuenta de que, cuando se reduce la tasa de política, la transmisión hacia las tasas pasivas es “muy rápida, muy fuerte, casi que perfecta”. Esto implica que los ahorrantes reciban menos réditos, según “lo que la estadística nos dice en este momento”.
No obstante, señaló que los que tienen créditos no necesariamente verán una reducción en las tasas de interés. “Aquí hemos hablado de la intervención de los mercados, de la falta de competencia, de la medición de riesgos, de la metodología de cómo los bancos valoran la pérdida esperada en los créditos que dan (...)”, dijo Madrigal.
“En un mundo de mayor transmisión, sin fricciones, uno pensaría que eso se le debería transmitir en 25 puntos base menos de tasa de interés a los usuarios del crédito, pero sabemos que hay tasas piso, que hay cláusulas, que hay algunas que no son revisables, en fin”, agregó el jerarca del BCCR.
Pablo Villalobos, gerente del Banco Central, expuso que cuando la TPM baja, la transmisión hacia las tasas activas (las que cobran las entidades por los préstamos) es más lenta, pero cuando la tasa de referencia sube, la transmisión resulta ser más rápida.
“Esa asimetría en la transmisión se puede deber a diversos factores, cuestiones contractuales de los créditos, pero también es posible que se deba a problemas de organización industrial, problemas de competencia”, comentó Villalobos.
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Por su parte, Alonso Alfaro, economista en jefe de la autoridad monetaria, indicó que al observar la tasa activa negociada se percibe que ha habido resistencia a las reducciones. “Como se ha mencionado, eso es parte del mercado y de cómo opera el sistema financiero”, apuntó.

Una crítica que no es nueva
En enero del 2024, el presidente del BCCR había expresado que el efecto de las reducciones de la TPM no afectaban por igual los intereses de los préstamos de las empresas y familias, y la tasa pasiva negociada (ahorros) en el sistema financiero.
En aquel momento, el jerarca del Central apuntó que el retraso en la disminución en los intereses de los préstamos podía atribuirse a factores como riesgo por tipo de deudor y crédito; no es lo mismo prestar para consumo que en vivienda, expuso. Además, debían incluirse los costos de la intermediación financiera, los regulatorios y administrativos de cada entidad.
La falta de competencia entre instituciones, añadió, podría ser otra razón que frenaba la transmisión más efectiva de la TPM a las operaciones de crédito que brindaban al sector privado. Esta idea fue reiterada por Madrigal en noviembre del 2024, cuando brindó un informe de labores ante el plenario legislativo.
Colaboró el editor Óscar Rodríguez.