Al menos 100.000 usuarios se han valido de vacíos en el Sistema Nacional de Pagos Electrónicos en el Transporte Público (Sinpe-TP) para viajar en autobús o tren urbano “colados”, es decir, sin cancelar la tarifa correspondiente desde que este método de pago inició operaciones, en setiembre del 2021.
En entrevista con La Nación, Carlos Melegatti, director de la División de Sistemas de Pago del Banco Central de Costa Rica (BCCR), informó de que mantienen una “lista de denegación” con entre 80.000 y 100.000 tarjetas utilizadas en validadores de autobuses y trenes, cuyos cobros no pudieron concretarse.
“(En la lista) siempre hay alrededor de 80.000 a 100.000 transacciones de tarjetas viejas que se habían declarado como robadas, perdidas, o que están ahí y las personas no las sacan. Eso es muy normal en este tipo de sistemas”, afirmó el jerarca.
Actualmente, los dispositivos de pago electrónico funcionan bajo una modalidad pospago, debido a que no siempre cuentan con conexión a Internet para validar las operaciones en tiempo real.
En la práctica, el usuario puede acercar su tarjeta al validador y, aunque la transacción no se procese de inmediato por falta de conectividad, la pantalla emitirá una luz verde que le permitirá abordar. Luego, una vez que se restablezca la conexión, se procesará el pago.
“Primero viajo y después pago (...). Las transacciones se van guardando en el validador, y, cuando tiene conectividad, envía todas esas transacciones que tiene acumuladas para que el sistema las mande a cobrar”, explicó Melegatti.
Agregó que se presentan casos en los que, aunque el pasajero haya logrado abordar, cuando el sistema intenta procesar el cobro, tras recuperar la conectividad, no se concreta el pago por insuficiencia de fondos en la cuenta.
LEA MÁS: Pagos con tarjeta en transporte público movieron ¢6.600 millones en tres años
Melegatti precisó que, en estas situaciones, los bancos asumen el monto pendiente (pagan a los autobuseros hasta ¢5.000 por usuario) y luego procuran realizar el débito. Además, la tarjeta pasa automáticamente a la lista de denegación, lo que impide utilizarla para nuevos viajes en autobús o tren hasta cancelar la deuda.
Esto se debe a que el sistema interno de los validadores se actualiza cada 30 minutos. De esta forma, si una persona intenta utilizar una tarjeta sin fondos, podrá abordar el transporte en el primer intento, pero no en un viaje posterior, ya que la lista de denegación se actualizará con la anotación que impide su uso.
“Es un riesgo para los bancos, pero también es parte de su negocio. Cuando el banco da una tarjeta de crédito, está asumiendo un riesgo”, señaló Melegatti.
La Nación consultó desde el 4 de agosto al BCCR cuántas tarjetas figuran actualmente en la lista de denegación, a qué periodo corresponden y qué porcentaje representan del total de transacciones diarias. Sin embargo, al cierre de edición la respuesta seguía en trámite.
También se solicitó información al BAC Credomatic, Banco de Costa Rica (BCR), Banco Nacional (BN) y Banco Popular (BP) sobre el monto que estos incidentes les han representado desde el inicio de la operación del sistema, así como la cantidad de tarjetas de cada entidad incluidas en la lista de denegación del Sinpe-TP.
Al cierre de este artículo, las consultas al Banco Nacional, BCR y BAC seguían en trámite, mientras que el Banco Popular no emitió respuesta.
Sinpe-TP movilizó más de ¢15.000 millones
Desde setiembre del 2021, el Sinpe-TP opera en todas las rutas del tren urbano de pasajeros administrado por el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) y, desde abril del 2022, comenzó a implementarse en las primeras rutas del servicio de autobús de recorrido regular.
Según Melegatti, al 5 de agosto el sistema de pago con tarjetas de crédito o débito operaba en 1.600 unidades pertenecientes a 50 empresas de la Gran Área Metropolitana (GAM). Además, para finales del 2025 se prevé superar las 2.000 unidades de transporte con esta modalidad de pago.
La incorporación más reciente fue la de 109 autobuses de siete empresas en Cartago, que en conjunto transportan a más de 400.000 pasajeros.
LEA MÁS: 2.000 buses tendrían pago electrónico al finalizar este año
Por su parte, datos del Banco Central indican que, entre enero del 2023 y junio del 2025, se movilizaron más de ¢15.000 millones en cerca de 35.000 transacciones realizadas en autobuses y trenes urbanos.
El sistema opera con tarjetas de débito, crédito y prepago emitidas por entidades financieras nacionales e internacionales, que utilicen el estándar EMV (con chip) y la tecnología de pago sin contacto (contactless) de las marcas Visa y MasterCard.

¿Cómo salir de la lista de denegación?
De acuerdo con Melegatti, existen tres formas de eliminar una tarjeta de la lista de denegación.
La primera se da cuando la persona intenta utilizarla nuevamente para pagar un pasaje. Aunque el validador rechace la transacción por deudas pendientes, se activa de inmediato un proceso de recuperación del monto adeudado.
Esto quiere decir que, si la cuenta ya dispone de fondos, el banco debitará la suma correspondiente y la tarjeta quedará habilitada para futuros viajes. Sin embargo, el trayecto que se intenta realizar en ese momento deberá pagarse en efectivo o con otra tarjeta, pues el bloqueo seguirá vigente para ese viaje específico.
La segunda forma de eliminar una tarjeta de la lista es mediante la aplicación Sinpe-TP, desde la cual el usuario, si tiene registradas sus tarjetas, puede saldar la deuda pendiente.
Finalmente, la exclusión también puede darse de forma automática durante la noche, cuando el sistema se actualiza diariamente para verificar si la cuenta asociada dispone de fondos. En ese caso, el débito se realiza de manera inmediata y la tarjeta queda habilitada nuevamente.
“Hay algunas personas que se asustan, porque resulta que a las dos de la mañana le mandaron un cobro (...). Lo que está haciendo el sistema es tratar de cobrar, porque había una deuda”, explicó Melegatti.