
El diésel, los medicamentos y los teléfonos celulares fueron los tres principales productos de importación, por valor, de Costa Rica, durante el 2017, reveló el quinto estudio Costa Rica importa, realizado anualmente por la Cámara de Comercio Exterior y de Representantes de Casas Extranjeras (Crecex).
El análisis del sector importador se basa en fuentes oficiales, especialmente los datos de la Dirección General de Aduanas, del Ministerio de Hacienda, que registra el ingreso al país de todos los productos, sin discriminar por el valor de la compra, explicó Andrey Calderón, jefe de la Plataforma Comercial de Crecex y encargado del estudio.
Él justificó que las cifras sean del 2017 en que las entidades generalmente realizan ajustes a los primeros datos de las importaciones, por lo que se estima que no es hasta seis meses después cuando los indicadores son los definitivos.
De acuerdo con los resultados para el 2017, Costa Rica adquirió $518 millones en diésel, que se utiliza en labores agrícolas, en transporte de carga y pasajeros, e incluso, en generación de energía, con un crecimiento del 27% del valor respecto al 2016. Además, Crecex estima que los datos del 2017 reflejan un notable incremento en la importación de vehículo que se suscitó en el 2016.
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El país invirtió $319 millones en la importación de medicamentos en general, aunque presentó una baja del valor del 22%. En este caso, un rubro específico, los medicamentos suministrados por vía intravenosa y orales, aumentaron un 1.216%, en el 2017, en comparación con el año anterior.
En la importación de teléfonos celulares la inversión de Costa Rica ascendió a $308 millones en el 2017, con un incremento de 7% con respecto al año precedente.
La gasolina súper se colocó en el cuarto lugar por valor de las compras. Se invirtieron $305 millones en este producto, el año pasado.
El quinto producto en importancia por valor de las importaciones fueron los vehículos con cilindradas entre los 1.500 centímetros cúbicos y los 3.000 centímetros cúbicos. El país dedicó $292 millones a este rubro, durante ese año.
Como se esperaba, este último producto cayó 11% al comparar el valor de las compras de ese año, con las del 2016.
En general, Costa Rica importó el año pasado productos por un valor de $23.127 millones, incluidas las del régimen definitivo (sin incentivos), las del régimen de perfeccionamiento activo y las de zona franca, estos dos últimos gozan de incentivos.
El incremento en estas importaciones ampliadas fue del 36,5% frente a los $16.939 millones del año precedente, un fuerte aumento que en gran parte se debe, explicó Calderón, a un cambio de metodología aplicado por el Banco Central al medir las cifras.
Detalló que para las zonas francas se creó una modalidad F de empresas, que incluye a las que compran insumos locales y pueden vender en mercado local. Pero esas ventas se contabilizan como importaciones.
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Insumo para tomar decisiones
El presidente de Crecex, José Manuel Quirce, explicó que la Cámara mantiene ya por cinco años este estudio, donde además se determinan los sectores de más relevancia en la importación, las regiones en donde se compra más y las compras coyunturales en el exterior, como un insumo para que los empresarios tomen las decisiones.
El estudio completo de Costa Rica importa se puede consultar en la página web de esa cámara.
La idea general, según Quirce, es brindar información valiosa para que el comercio exterior sea más competitivo mediante una adecuada toma de decisiones.
En respaldo de esa idea, Calderón detalló que, por ejemplo, en el 2017 hubo un gran salto del rubro específico denominado máquinas para el envasado de caramelos, para el cual se emplearon $206 millones. Esto puede llevar al empresario a un conclusión errónea y estimar que hay una fuerte demanda del producto, pero fue una importación particular de un grupo empresarial para ese año, es decir, una importación coyuntural y no estructural.
Calderón advirtió reiteradamente que las cifras de este informe, en especial en los relativo a los orígenes de las importaciones costarricenses, no se pueden tomar con una tendencia para largo plazo, es decir, unos 10 años. Esto, por el fuerte reacomodo que está presentando el comercio mundial, con más presencia de países asiáticos, en especial China, y porque las distancias ya no son barreras para las compras.
También consideró que el alto déficit del comercio exterior de Costa Rica (diferencia negativa entre exportaciones e importaciones) no se debe tomar como un problema, pues los países compran insumos de calidad en el exterior para estar presentes en cadenas de de fabricación de productos en el mundo (cadenas globales de valor). Recordó que en este momento, Costa Rica está presente en 42% de la totalidad de esas cadenas en el mundo.
El déficit de la balanza comercial ampliada de productos durante el 2017 superó ligeramente los $12.000 millones, según el estudio de Crecex.