
La población femenina con empleo en Costa Rica se redujo en el trimestre móvil finalizado en agosto pasado, según la Encuesta Continua de Empleo (ECE), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Además, la cantidad de mujeres fuera de la fuerza de trabajo aumentó en este mismo trimestre. Gran parte de ellas no desea trabajar por limitaciones de edad o discapacidad, obligaciones familiares o personales, o enfermedad.
Según datos del INEC, la población ocupada femenina se redujo en 54.910 personas, pasando de 885.593 mujeres en el trimestre móvil finalizado en agosto del 2024 a 830.683 en el mismo periodo del 2025.
Este cambio fue estadísticamente significativo en el indicador general. Por edad, la caída más importante se registró en el grupo de mujeres de 60 años o más, cuya ocupación disminuyó en 33.617 personas.
Por nivel educativo, la ocupación femenina se redujo en 16.563 personas, entre quienes tienen primaria incompleta o menos y entre quienes cursaron estudios universitarios sin obtener título bajó en 16.227.
El porcentaje de mujeres ocupadas respecto a la población de 15 años o más fue de 39%, con una reducción estadísticamente relevante frente al mismo trimestre del año anterior.
Mientras, la población femenina fuera de la fuerza de trabajo aumentó significativamente en 95.654 mujeres, pasando de 1.139.840 en agosto del 2024 a 1.235.494 en el mismo lapso del 2025.
Roxana Morales, coordinadora del Observatorio Económico y Social de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA), explicó que en esta dinámica incide el envejecimiento de la población costarricense.
Actualmente, el país atraviesa un cambio demográfico caracterizado por un aumento de personas mayores y una disminución de jóvenes. Para 2025, 130.539 costarricenses superan los 80 años, cifra 3,19 veces mayor que la del año 2000.
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Morales añadió que en la población femenina también influye la atención de obligaciones familiares, lo que puede motivar la salida del mercado laboral y la no disponibilidad para trabajar.
El 96% de las mujeres que dejaron el mercado laboral no está disponible para trabajar; en menor medida, hay mujeres dispuestas a laborar con limitaciones o que se encuentran desalentadas.
Por edad, la población de 60 años o más registró la mayor salida de mujeres de la fuerza laboral, aumentando de 461.668 a 538.718, o sea, un incremento de 77.050 personas.
Por nivel educativo, la salida fue más marcada entre quienes tienen primaria completa y secundaria terminada, registrándose una reducción significativa.
La tasa neta de participación laboral femenina, que mide el porcentaje de mujeres mayores de 15 años en la fuerza laboral, fue de 41,9%, registrando una reducción estadísticamente significativa respecto al mismo trimestre del año anterior.