La tasa de desempleo en Costa Rica se redujo a 10,6% en el primer trimestre del 2023 respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se ubicó en 13,6%, según datos de la más reciente Encuesta Continua de Empleo (ECE), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Esta reducción de tres puntos porcentuales (p. p.) del primer trimestre del 2023 respecto al mismo periodo del 2022 es estadísticamente representativa, según el INEC, pero responde, principalmente, a una disminución de la población que participa activamente en el mercado laboral costarricense, según el reporte publicado este jueves 4 de mayo.
Según datos del INEC, la población desempleada del trimestre en cuestión se estimó en 249.000 personas, de las cuales 120.000 eran hombres y 129.000, mujeres. En forma interanual, esa cifra disminuyó en 81.000 personas. En comparación con el trimestre móvil anterior (diciembre 2022, enero y febrero 2023), la diferencia fue de 15.000 personas.
En este trimestre en cuestión, la tasa de desempleo nacional fue de 10,6% y es la primera ocasión que llega a esa cifra tras alcanzar un máximo de 24,4% en junio del 2020, como consecuencia de la pandemia de la covid-19. En los hombres, el indicador se estimó en 8,4%; mientras que en las mujeres el desempleo es mayor, al ubicarse en un 14,1%.
Sin embargo, el informe del INEC muestra que la tasa de ocupación del país, es decir, las personas con empleo respecto a la población de 15 años o más, fue del 50,7% en los primeros tres meses del año, con lo que no se registró una variación estadísticamente representativa en comparación con el mismo periodo del 2022.
Braulio Villegas, coordinador de la Encuesta Continua de Empleo del INEC, explicó que esto lo que refleja es que la baja en el desempleo se debió a una disminución de la población que participa activamente en el mercado laboral, pues la tasa de no participación laboral también aumentó, casi cuatro puntos de un año a otro.
La tasa de no participación hace referencia a las personas que se encuentran fuera de la fuerza de trabajo, es decir, que no están trabajando ni buscaron empleo, respecto a la población de 15 años o más en condiciones de trabajar. Para este trimestre, la cantidad de personas fuera de la fuerza laboral se estimó en 1,78 millones, a diferencia de los 1,64 millones de hace un año.
Es decir, hubo un incremento de 139.044 en la población que salió del mercado laboral en cuestión de un año. Según los datos del INEC, la mayoría se concentró en la población de 49 años o más (27.484) y en los mayores de 60 años (70.188), y en menor medida en los más jóvenes.
En particular, la tasa de desempleo mide la búsqueda activa de trabajo, pero no necesariamente implica que las personas que dejaron de hacerlo encontraron un empleo. Este indicador también es sensible a la población que por diferentes razones deja de buscar un trabajo y sale de la fuerza laboral (se encuentra inactivo).
En cuanto al empleo informal, del total de personas ocupadas en el trimestre que concluyó en marzo, el 41,8% tuvieron un trabajo bajo esta categoría, sin cambios representativos respecto a hace un año. La población en la informalidad pasó de 904.646 en el primer trimestre del 2022, a 876.928 para el mismo periodo del 2023.
Del total de hombres ocupados, el 41,7% están dentro de la informalidad y del total de mujeres, el 42% trabajó en estas condiciones. En general, 546.958 personas del género masculino laboraban informalmente en el trimestre en cuestión, y 329.970 eran mujeres.
Para el primer trimestre del 2023, la población ocupada fue de 2,10 millones de personas, distribuida en 1,31 millones de hombres y 786.000 mujeres, sin variación respecto a hace un año. Esta cifra se mantiene por debajo de la que existía en el trimestre que terminó en febrero del 2020 (antes del inicio de la pandemia), que fue de cerca de 2.227.240 personas.
Al respecto, Juan Robalino, director del Instituto de Investigaciones Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica, afirmó que no se están creando nuevos empleos debido a que las empresas frenaron sus contrataciones, en parte, por la reducción de la inversión debido a las altas tasas de interés.
“El crecimiento (económico) se observa sobre todo en el sector externo que demanda mano de obra calificada. En el régimen definitivo, el crecimiento ha sido muy bajo. Lo que ha hecho que la demanda de mano de obra poco calificado quede estancada”, comentó Robalino.
Del total de personas con empleo, 1,59 millones eran asalariadas, lo que equivale a 75,8% de la población ocupada, mientras que 484.000 trabajaban como independientes (incluye trabajadores por cuenta propia y empleadores), lo que corresponde al 23,1%. Otras 24.000 personas laboran como auxiliares no remunerados (1,3 %).
Ennio Rodríguez, presidente del Colegio de Ciencias Económicas, destacó que uno de los datos más relevante de la ECE, para este primer trimestre del 2023, es la disminución de la fuerza laboral, que se redujo en 85.421 personas en el último año.
“La situación es aún más preocupante cuando analizamos grupos socioeconómicos, particularmente las mujeres, que de representar 48 de cada 100 mujeres activas laboralmente, este mes de marzo solo 44 de cada 100 participaron en el mercado laboral”, comentó Rodríguez.
El presidente del Colegio de Ciencias Económicas añadió que la participación laboral en las regiones periféricas del país es significativamente menor a la observada en la Región Central, por lo que se tiene el reto de generar las condiciones para que más empresas se ubiquen fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM).
La tasa de subempleo (aquellos que trabajan menos de 40 horas a la semana y desean laborar más respecto a la fuerza laboral) se estimó en un 7%. Por sexo, la tasa de subempleo masculina se ubicó en 6%, mientras que la femenina se posicionó en 8,8%.
