Los paquetes turísticos, boletos de avión, vehículos y combustibles son algunos de los bienes y servicios directamente vinculados al comportamiento del tipo de cambio del dólar.
Por ello, las variaciones en el precio de la divisa influyen en la inflación. Sin embargo, bajo el actual régimen cambiario y la reacción de mecanismos como la tasa de política monetaria (TPM), los choques por la variación del precio del dólar no generan presiones significativas.
Este fue uno de los hallazgos de una investigación del Banco Central de Costa Rica (BCCR) sobre la estimación del efecto traspaso del tipo de cambio a la inflación, incluido en uno de los recuadros del Informe de Política Monetaria (IPM) de julio.
Según el estudio, es deseable que la magnitud del efecto traspaso sea baja, debido a que esto contribuye a la estabilidad de precios, especialmente en una economía como la costarricense, donde la fijación de precios de algunos productos está estrechamente vinculada al dólar.
Más de la mitad de los bienes y servicios incluidos en el cálculo del índice de precios al consumidor (IPC) muestran correlaciones positivas y estadísticamente significativas entre sus precios y las variaciones del tipo de cambio nominal.
Pablo González, gestor de Portafolios de Mercado de Valores, comentó que esta dinámica responde a la apertura comercial de Costa Rica y a la vinculación a bienes y servicios producidos en otros países, que ingresan para el consumo y absorben parte del efecto cambiario.
“Las facilidades para interactuar en moneda extranjera para ejecutar la compra y venta de bienes y servicios a nivel local facilita que ese efecto se perciba en las interacciones económicas diarias, situación que no pasa en todos los países”, aseguró González.
El analista de Mercado de Valores añadió que esto evidencia que las correlaciones entre precios internos y tipo de cambio son positivas. Por esa razón, la política monetaria del Banco Central es celosa de lo que pueda ocurrir en el mercado cambiario, agregó.
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Efecto traspaso
Los investigadores del ente emisor establecieron dos medidas del efecto traspaso: la incondicional y la sistemática, cada una con variables distintas.
En el efecto traspaso incondicional, se determinó que la respuesta de la inflación ante un choque sorpresivo en el tipo de cambio sería la siguiente: un incremento de un punto porcentual (p. p.) en la variación interanual del precio nominal del dólar (equivalente a unos ¢5) generaría un aumento en la inflación interanual de 0,04 p. p. en el momento del ajuste y de hasta 0,09 p. p. cinco meses después.
En contraste, el efecto traspaso sistemático —referido al impacto de las variaciones del tipo de cambio nominal independientemente de su origen— mostró una influencia considerablemente mayor sobre la inflación: 0,25 p. p. por cada 1 p. p. de variación interanual en el tipo de cambio.
”(...) si bien el tipo de cambio nominal influye en la inflación, bajo el régimen cambiario actual, los choques cambiarios no generan presiones inflacionarias significativas debido al efecto amortiguador de factores como la política monetaria.“, explicó el BCCR.
Los investigadores también señalaron que un aumento de un punto porcentual en la TPM tiende a reducir la inflación, medida por el IPC calculado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 1,02 puntos.
De acuerdo con el análisis, esto sugiere que la inflación responde uno a uno, en sentido contrario, a los cambios en la TPM, lo que “indica una alta efectividad de la política monetaria” en el país.
Para el estudio, el Banco Central utilizó datos de marzo de 2006 a octubre de 2024. La investigación no contempla posibles asimetrías, según el documento incluido en el IPM de julio.
Para González, a pesar de que este estudio muestra que el efecto traspaso no es tan alto, se abre la posibilidad para investigar la asimetría del efecto, que permitirá identificar si la inflación responde con mayor sensibilidad a las alzas o a las bajas del dólar.
Inflación negativa
En julio, la inflación en Costa Rica se mantuvo en terreno negativo y registró una nueva disminución, ubicándose en -0,61%. Este fue el tercer mes consecutivo en que el IPC resultó negativo en 2025.
Con este resultado, el indicador suma 27 meses consecutivos por debajo del rango de tolerancia del Banco Central, que oscila entre 2% y 4%. La meta central del emisor es del 3%.
Pese a ello, el presidente del BCCR, Róger Madrigal, sostiene que la institución cumple con el objetivo de estabilidad de precios, como lo establece el artículo 2 de la Ley Orgánica del Banco Central (Ley 7558).
“Usualmente, cuando los bancos (centrales) pierden credibilidad con la meta de inflación, es cuando la inflación está por arriba de lo que dijo que iba a estar. Ese es el problema de la credibilidad.
Sé que habrá quienes digan que también hay credibilidad hacia abajo, pero en realidad la ley habla de la estabilidad de precios. Entonces, el Banco ha sido muy coherente en los últimos años con el objetivo de estabilidad de precios", afirmó a La Nación.
La proyección del Banco Central es que el indicador retorne al rango de tolerancia en el segundo trimestre de 2026, aunque esta previsión se ha postergado en los últimos meses.
Tipo de cambio
En lo que va de este 2025, el tipo de cambio del dólar respecto al colón se mantiene relativamente estable, entre los ¢500 y ¢510 en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex).
William Porras, economista de Ecoanálisis, afirmó que esta coyuntura, donde los costos del tipo de cambio son más estables, permite a los empresarios proyectar sus gastos o ingresos futuros con una moneda prácticamente poco volátil.
El precio de la divisa ha tendido a la baja en los últimos tres años, luego de rozar los ¢700 en el Monex a mediados de 2022. Desde entonces, se ha registrado una apreciación importante del colón.
Madrigal considera que el tipo de cambio es resultado de las fuerzas del mercado y que existen razones económicas que han propiciado este comportamiento. “Costa Rica sigue siendo un país que atrae dólares con actividad productiva, no por endeudamiento”, dijo.
En el segundo semestre, se presenta una etapa estacional de mayor disponibilidad de divisas, en particular hacia finales de año, debido a la temporada alta del turismo, entre otros factores.
