
No se sabe si es por su caldo lleno de sabores, la suavidad de su carne o la amplia variedad de verduras que le añaden sabor a cada bocado; lo cierto del caso es que la olla de carne es la reina de la gastronomía costarricense.
La escritora Marjorie Ross cuenta en su artículo La olla de carne que los orígenes de este plato se remontan a la Edad Media, cuando los trozos de carne se cocinaban en agua hirviendo.
Los judíos tomaron esta idea y crearon la adafina, un plato que cocinaba la carne de cabrito o cordero, y la preparaban en una olla de barro.
Sin embargo, lo más parecido a una olla de carne como la conocemos es una receta española.
“La antepasada directa de nuestra olla de carne es la olla podrida española, inmortalizada en el Quijote. El adjetivo no significa podredumbre, sino poderío: ‘olla poderida’, por sustanciosa y alimenticia”, aseguró Ross.
Sabor tico. Al cruzar el océano, esta receta se adaptó y se le agregaron diferentes verduras, según la región en la que se cocine.
“Por ejemplo, es común en San Carlos el uso del pejibaye, mientras que en otros sectores del país, como Cartago, se pueden agregar repollo o zanahoria”, reseña la historia de este plato publicada en el sitio web de la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica.
La chef Viviana de Echandi hila un poco más fino y asegura que la receta de olla de carne es distinta según quien la prepare.
“Hay tantas recetas de olla de carne como costarricenses en el mundo. La preparación ha evolucionado mucho. Hace unos años la olla de carne era un plato diario en la cocina costarricenses, ahora por los precios de los productos y la electricidad no es un plato que se cocine a diario”, comentó Echandi.
Actualmente, la base de este platillo se hace con cortes de carne como tiquiqueña, cecina o costilla de res. Las verduras infaltables son papa, yuca, elotes, tacacos, zanahorias, tiquizque y camotes.
Además de eso, la chef recomienda agregarle cebolla, chile y culantro.
“Personalmente, a mí me gusta licuar estos ingredientes con zanahoria y ponérselos a la sopa; le da un sabor diferente”, acotó.
Complementos y más. A la hora de servir la olla de carne siempre debe haber arroz blanco.
Para complementar su sabor, se recomienda también tener sobre la mesa tabasco y hasta limones.
Si al día siguiente aún le quedan verduras, aproveche y haga un picadillo con ellas.
Sírvalo con tortillas y prolongue el sabor de este delicioso plato sobre la mesa.