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Sin un teatro lleno de público, ni grandes ovaciones, la chef Isabel Campabadal recibió este jueves 27 de mayo su Premio Magón.
El miércoles 6 de febrero del 2020, la experta en gastronomía recibió la noticia de que había sido elegida como la ganadora del anhelado reconocimiento, que entrega el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) como parte de los Premios Nacionales de Cultura. Sin embargo, debido a la pandemia por la covid-19, la organización debió cambiar en varias ocasiones la ceremonia y finalmente cancelar la premiación.
Por ese motivo, Campabadal no pudo subir al escenario del Teatro Nacional por el reconocimiento, tampoco pudo estrenar el vestido que se había comprado para la ocasión. En su lugar, con una sonrisa radiante, la chef recibió el galardón en la sala de su casa, en Curridabat, de manos de la ministra de Cultura, Sylvie Durán.
Fue un acto simbólico y muy íntimo, en el que el único público fue su esposo, Carlos Jankilevich. Pero la chef, de 77 años, comprende que por la situación sanitaria esta era la mejor forma de recibir el galardón.
“Es que ya no se puede planear nada” afirmó resignada Campabadal, en entrevista con Viva.
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“El viernes anterior (21 de mayo) nos avisaron que no iba a ser posible la entrega de los premios, y yo entiendo, porque la salud es primero que nada. Recibirlo en el Teatro Nacional es otra cosa... sin embargo, no se pudo, y la ministra vino a entregármelo. Entonces fue un acto pequeñito pero muy emotivo. Y yo la verdad estaba muy agradecida”, agregó.
La chef añadió: “Yo tenía mucho tiempo de estarlo esperando y finalmente llegó. Yo me emocioné mucho porque una cosa es pensar que se lo van a dar a uno y otra cosa es ya tenerlo en la mano”.
Campabadal, que fue formada en Europa y Estados Unidos, bajo la mentoría de maestros como Julia Child, Simne Beck, Marcella Hazan y Paul Bocuse- es el primer Premio Magón en el ámbito de la gastronomía.
Obtuvo el reconocimiento tras una carrera orientada en promocionar la cocina nacional fuera de nuestras fronteras, con festivales, libros y talleres.
Ahora, Campabadal espera que al ser la primera en lograr este premio en su rama de especialización, sirva para abrir un portillo. Desea que las nuevas generaciones de la cocina costarricense puedan optar por el galardón.
“Las nuevas generaciones se pueden dar cuenta que con esfuerzo, trabajo y creatividad, se pueden llegar muy largo. Con este Premio Magón tienen un aliciente, por llamarlo de alguna manera”, expresó.
Eso sí, es enfática en que hay que saber esperar, pues en su caso en particular fue ganadora del Magón tras cinco décadas de dedicarse a la cocina costarricense. En ese sentido, no teme reconocer que por mucho tiempo soñó con poder recibirlo.
“Verdaderamente uno no puede precisar las cosas, el Magón me llegó luego de 50 años de estar cocinando, entonces todo llega”, añade
Ahora, Campabadal busca el lugar ideal para colocar el premio, que asegura y pesa más de lo que parece. Mientras tanto, se prepara para lanzar Auténtica, un nuevo libro de gastronomía criolla en los próximos meses.
