Miguel Ángel Brenes amó tanto lo que le rodeaba que lo plasmó en imperecedera piedra. El escultor barveño, fallecido en el 2012, regala un vistazo de sus vivos personajes en una exposición retrospectiva en la Galería 11-12, en Escazú.
Miguel Ángel Brenes. Homenaje póstumo 1943-2012 reúne 35 esculturas realizadas durante los últimos 20 años de vida de Brenes. Las piezas incluyen tallas en madera, concreto, mármol cultivado y bronce.
Emilia Fung, de la Galería 11-12, recuerda que la impronta que guiaba a Brenes era la de mirar hacia el entorno inmediato. “Partir de lo local a lo universal; conservar lo local para universalizarlo”, explica Fung.
Brenes suele ser mencionado junto a escultores como Carlomagno Venegas y Crisanto Badilla, y es un heredero directo de la corriente de la “nueva sensibilidad” que rescató el arte precolombino.
En 1970, Brenes viajó, becado, a la Escuela Nacional de Pintura y Escultura La Esmeralda del Instituto Nacional de Bellas Artes de México, donde estudió con Francisco Zúñiga y José Lorenzo Ruiz. Según la historiadora de arte María Alejandra Triana, de ellos heredó un “respeto” por el material y la simplificación de las formas.
“La vida popular y el tema de la mujer se constituyeron en una constante de Brenes, este último bajo conceptos como el amor maternal, el erotismo y la fertilidad”, indica Triana en el texto que acompaña ala exposición.
De Barva. Miguel Ángel Brenes veía su entorno y lo amaba. “No solo parecía una persona de carácter ceremonioso, sino que era muy aislado; no le interesaban las nuevas corrientes. “No le interesaba salirse hacia la abstracción”, afirma Fung. Brenes labró su estilo con paciente dedicación de monje, de acuerdo con la galerista.
Brenes salía al parque de Barva y al de Heredia para contemplar a las mujeres que renacerían en su taller. “Recurrió a composiciones cerradas, macizas, quietas y rotundas, donde las curvas envuelven al material casi siempre en un solo volumen, al cual se integran salientes y oquedades que le otorgan cierto dinamismo”, describe Triana.
Según Fung, estas esculturas reflejan la vida cotidiana del pueblo de Brenes. Representan a mujeres en reposo, cesteras, tejedoras y otras habitantes de un mundo rural que el escultor supo ver con los ojos de la piedra. Según Triana, esta era su meta: “Tratar de hacer la escultura lo más costarricense posible, para luego universalizarla”.
La Galería 11-12 se encuentra en Plaza Itskatzú, carretera a Santa Ana, frente a Harley Davidson. Miguel Ángel Brenes. Homenaje póstumo 1943-2012 estará abierta hasta el 29 de noviembre.
De lunes a sábado, puede visitar la exposición desde las 10 a. m. hasta las 8:30 p. m.; domingos, de 1 p. m. a 6 p. m.