Imagínese saber que tiene un hermano, que está ahí, viviendo, haciendo su vida, pero sin nunca haber tenido contacto con este. Así es la historia de Patricia Gómez y David Sibaja, dos medio hermanos -que de medio no tienen nada- que se reencontraron gracias a Facebook.
David y Patricia son consanguíneos por parte del padre, aunque este no estuvo presente en la vida de ella, pues incluso desconocía de su existencia. Sin embargo, por ahí de 1993, la muchacha se dio a la tarea de rastrear la otra parte de su vida.
“Hace poco más de 25 años me enteré de mis orígenes y de mi papá. Entonces quise conocerlo (a su padre) y lo busqué. Bueno, el señor me conoció y estuvo visitando la casa, pero de repente dijo que ya no iba a verme más por razones personales”, narró Patricia.
En ese momento decidió desligarse de él, pero sin antes expresarle que deseaba conocer a sus otros hijos, sus medio hermanos.
“Yo quería conocer a mis hermanos que en ese tiempo eran muy chiquitillos. Se lo expresé y él no quería involucrarlos. Dejé que pasara un montón de tiempo y a raíz del surgimiento de Facebook, me propuse buscar a David para ver si lo encontraba en la red social”, agregó.
“Hace casi exactamente ocho años recibí un messenger de Patricia, diciéndome si el nombre de ella me decía algo, porque no sabía si mi papá me había comentado algo sobre esa hija que había tenido en la juventud. En el mensaje me explicaba que siempre tuvo ganas de conocer a mis dos hermanas y a mí, y me dio su número”, continúo David.
Este fue el mensaje que se envió ese 2 de marzo del 2011:
“En ese momento yo estaba viajando en Monteverde, por un tema de trabajo. Y bueno, leí el mensaje y le contesté diciéndole que ‘¡por supuesto!’”, explicó David.
“Me emocioné bastante. Yo siempre tuve la idea de que ella estaba ahí. Yo sabía que en algún momento la iba a conocer, pero no sabía cómo ni cuándo”, relató.
Así fue como concretaron fecha de la cita y el lugar, que fue en un restaurante en Plaza Itskatzú.
“¡Vieras que hicimos un clic, hasta la fecha!”, aseguró Patricia.
“El día que nos vimos, yo no podía ni sostenerme, el corazón se me iba a salir, estaba tan emocionada, tan preocupada...bueno un montón de sensaciones. En ese momento fui con mi exesposo y él quiso manejar un poco la situación entonces no fue muy cómodo y como estaban las otras dos hermanas (David tiene una hermana mayor y otra menor) todo fue muy frío”, continuó.
Sin embargo, explicó que el contacto se mantuvo entre ella y sus nuevos hermanos, especialmente con David y Marianela, la hermana menor; hasta el punto en que pareciera que se conocen desde la cuna.
“David y yo somos muy parecidos en muchas cosas, él adora a mis hijos y se ha identificado verdaderamente como un hermano, cosa que a mí me cuesta, por haberme criado como hija única, Nos tenemos muchísima confianza”, expresó Patricia
Actualmente, a pesar de no verse tan seguido, aprovechan al máximo el tiempo cuando pueden estar juntos.
“La experiencia ha sido sumamente gratificante. A mí en especial me caló mucho porque no sabía cómo ni cuándo (iba a conocerla) y, la vida da estas sorpresas. Estas sorpresas se pudieron dar a través de las redes sociales”, agregó David, quien está convencido de eso que dicen por ahí: “la sangre jala”.