
El fiscal Mauricio Boraschi aseguró que por la zona sur del país ingresa un “tsunami de cocaína”, expresión que usó tras la desarticulación este martes 21 de octubre de una estructura criminal que importaba droga desde Colombia y la reexportaba a Europa y Estados Unidos.
“La cantidad de droga que está entrando por la zona sur del país es preocupante”, dijo a La Nación Boraschi, quien sustentó su tesis en informaciones de inteligencia a las que han tenido acceso. Tras 11 allanamientos, este martes fueron detenidas ocho personas vinculadas con la importación y comercialización de la droga.
El fiscal explicó que la producción de cocaína en Colombia ha aumentado exponencialmente a niveles del 300% o 400% comparado con hace 10 años. “Entonces, ¿qué hay? Un tsunami de cocaína”, alertó.
Boraschi enfatizó la urgencia de controlar las fronteras y puntos de acceso de los narcotraficantes, ya que, según dijo, lo importante no es solo detener la cocaína que va saliendo del país, sino detener la entrada de la mercancía a Costa Rica.
“Una vez que la cocaína toca suelo nacional, lo que deja es una estela de muerte y destrucción en nuestra sociedad y creo que los números de homicidios dan cuenta de ello”, señaló.
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La investigación del Caso Guarumal arrancó en 2023 por parte de la Sección Especializada en Crimen Organizado del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía de Narcotráfico y Delitos Conexos.
Según la investigación judicial, la red delictiva importaba vía marítima clorhidrato de cocaína desde puerto Turbo, en Colombia, a través de lanchas que arribaban a la zona sur del país.
El fiscal explicó que la operación era controlada en su totalidad por esta organización criminal. “Preparan los alijos, se mandan a recoger vía marítima, se traen a Costa Rica y, de aquí mismo, los mueven, los venden y los reexportan”, indicó.
De acuerdo con la pesquisa, la droga salía desde puerto Turbo en Colombia hacia acá para ser enviada a diferentes destinos como el europeo, “que es un mercado en auge y probablemente también hacia zonas más al norte de nuestro continente”, detalló el fiscal en alusión a los envíos de droga a México, Honduras, Estados Unidos o Canadá.
Boraschi enfatizó que la estructura delictiva operó en una zona donde se retiró la presencia de Guardacostas por orden del viceministro de Seguridad, Manuel Jiménez Steller, en el 2020.
Un equipo de investigadores de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y otro de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) vinieron a Costa Rica y documentaron que, en un solo año, 500 toneladas de cocaína y otras 600 de marihuana entraron al país por el punto de Drake-Sierpe.
“Esta organización estuvo relacionada con otro caso que ya se materializó en la zona sur del país y con otros actores”, indicó sobre el caso que dejó la detención de 11 personas en esa ocasión.
Como ejemplo de la magnitud del problema, el fiscal mencionó el decomiso de cocaína del fin de semana en APM Terminals.
“Tres toneladas en las que burdamente fue contaminado un contenedor que tenía un producto de exportación premium hacia Europa que fue sacado del puerto de APM, contaminado y vuelto a meter sin que nada pasara”, detalló Boraschi.
La organización tenía propiedades en Sierpe de Osa, donde movilizaban la droga en lanchas y diferentes inmuebles en la meseta central; por ejemplo, en Belén de Heredia, en el residencial Bosques de Doña Rosa, en Santo Domingo y un minisúper en Turrúcares.
“El producto de su actividad ilícita lo trasladaban en la parte económica de nuevo hacia Colombia y tenemos entendido que allá realizaban inversiones inmobiliarias, tenían algunos otros negocios lícitos como una estación de gasolina”, explicó el fiscal.
Boraschi agregó que “aquí mantenían un perfil relativamente bajo y tenían un desarrollo económico importante nuevamente en Colombia”.
La Fiscalía solicitará prisión preventiva contra los ocho detenidos: Acuña Cerdas, Barquero Alvarado, Barquero Chevez, Bedoya Flores, Lara Rodríguez, Muñóz Gómez, Núñez Benítez y Sánchez Castro.

