Desde noviembre del año anterior, la Embajada de Estados Unidos donó dos escáneres antidroga al Gobierno de Costa Rica para instalarlos en el puerto de Caldera, en Esparza de Puntarenas, y la Terminal Gastón Kogan, en Moín de Limón.
Al momento de la donación, la Embajada detalló que también se incluían los costos de instalación y capacitación para el personal, para un total de $19,5 millones.
Siete meses después, esos puertos aún carecen de escáneres que revisen los contenedores que por allí se trasladan, lo que los convierte en un punto vulnerable en la lucha contra el narcotráfico.
Ante consulta de La Nación, el Ministerio de Seguridad Pública reconoció que los equipos no se han instalado porque el proceso “incluye la construcción de obras de infraestructura complementarios, las cuales se mantienen actualmente en el proceso constructivo”.
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En noviembre también fueron entregados dos drones Puma con sus respectivos estabilizadores, puertos estáticos impermeables, cargadores, repuestos de estructura para fuselaje, antenas, baterías portátiles y sistemas de lanzamiento, entre otros dispositivos especiales para su funcionamiento, todo valorado en $5 millones.
Esto comprendía la primera fase de entregas, a la espera de una segunda fase en la que se prevé la instalación de más equipos en las fronteras de Peñas Blancas y Paso Canoas.
Poco antes de concretarse la donación, La Nación divulgó un informe técnico elaborado por el Comando Sur, el comando del ejército estadounidense enfocado en Latinoamérica, que reportó que los operadores de puerto Caldera se mostraron “reacios” a apoyar la instalación del sistema de escáner y su infraestructura en el muelle existente.
Sobre la Terminal Gastón Kogan, de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), el documento recomendó actualizar la infraestructura del puerto para incorporar los escáneres, como mejoras en el servicio eléctrico y en las líneas de transmisión de datos, así como la conversión y renovación de un almacén existente para su uso como punto de inspección secundario.
Actualmente, el único puerto con escáneres es el de APM Terminals, en Moín, que cuenta con tres. No obstante, el trasiego de drogas hacia Europa no ha cesado, pues los grupos criminales han encontrado formas de burlar los controles.
La semana anterior, la Policía de Control de Drogas (PCD), en coordinación con el Ministerio Público, arrestó a 11 miembros de una organización sospechosa de contaminar contenedores con cocaína. Al parecer, escondían la droga dentro de harina de yuca, piñas enteras, pulpa de piña empacada en cajas con doble forro, así como en yucas y malangas, que luego sellaban con parafina.
De acuerdo con fuentes policiales, los sospechosos venían exportando droga desde antes de julio de 2023, fecha en la que el gobierno de Rodrigo Chaves puso en marcha la llamada “Operación Soberanía”, que incluyó la instalación de dos de los tres escáneres en Moín.
Pese a estos controles, el grupo logró evadir las medidas de seguridad, permitiendo que varios contenedores con cocaína llegaran a puertos europeos, de los cuales 3.513 kilos fueron decomisados por las autoridades, en cuatro ocasiones en Róterdam, Países Bajos, cinco en Portugal, dos en Alemania, cinco en Amberes, Bélgica y tres en España.
Ante estas vulneraciones, el fiscal de la Fiscalía Especializada en Crimen Organizado, Christian Quirós, afirmó este lunes en el programa radiofónico Frecuencia MP que “si no logramos de alguna manera perfeccionar el tema de los escáneres, no estaríamos avanzando mucho. Las organizaciones criminales han ido modificando la forma en que ocultan la droga, ya no es tan fácil detectarla”.
Quirós aseguró que “el gobierno tiene que hacer un esfuerzo aún mayor para el tema de los escáneres en el puerto de Caldera y en el puerto Gastón Kogan, son dos puertos importantes que no cuentan con escáneres. Si en APM Terminals estamos detectando a través de escáneres, y muchas veces no se detectan, imagínese lo que podría estar pasando en Caldera y en Gastón Kogan”.
Las debilidades en los controles policiales fueron advertidas incluso por la Contraloría General de la República (CGR), la cual reveló en marzo que solo un 48% de la mercancía transportada a través del puerto de APM Terminals en el 2024 fue revisada por los escáneres.
Al considerar todos los puertos y fronteras del país, un 73% de la mercancía movilizada en el 2024 no fue inspeccionada, a pesar de que las leyes vigentes pretenden que el 100% de las mercancías de importación y exportación sean revisadas.