Después de Guanacaste, los cantones de la zona sur del país fueron los más afectados por las torrenciales lluvias que impactaron al país días atrás. Todavía hay regiones incomunicadas, y la distribución de agua y alimentos continúa para las familias que perdieron sus bienes y para otras cuyos integrantes no pudieron salir a trabajar.
Freiner Lara, alcalde de Golfito, detalló que todavía permanecen incomunicadas las regiones de Las Delicias, Linda Vista, bajo de Caña Blanca y Alto Carona, situadas en los distritos de Guaycará y Pavón. De igual forma, varias comunidades aún presentan dificultades de acceso, pero ya se ha logrado llegar con asistencia.
Entre los puntos más vulnerables se encuentra el dique de Río Claro, que solo conserva un 5% de su estructura, así como el paso elevado sobre la quebrada Aguas Claras, ambos en el distrito de Guaycará. Los cimientos de esta estructura están a punto de colapsar debido a una socavación del terreno causada por varios deslizamientos.
Debido a que por este sitio pasa el tubo principal del acueducto, un colapso podría dejar sin agua potable a casi 16.000 familias de San Ramón de Río Claro y otras comunidades. Cuadrillas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) trabajan en el sitio para buscar una solución.
Según Lara, el reciente temporal afectó a más de 500 familias, en su mayoría de territorios indígenas, debido a problemas de acceso, inundaciones y riesgo de deslizamientos.
En cuanto a las fincas, funcionarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) están evaluando los daños en cultivos de palma, en el sector ganadero y en otros cultivos como sandía y granos básicos.
La Escuela La Riviera de Coto, en el distrito de Pavón, es el centro educativo más afectado por su proximidad al río Coto, que se desbordó. A esa primaria solo hay acceso por vía acuática, según explicó el alcalde.
Sostuvo que la reactivación de las actividades normales podría tomar un par de semanas más. Sin embargo, admitió que persistirán afectaciones, principalmente en caminos, viviendas, diques, cultivos, canales y terrenos.
Algunas comunidades siguen sin acceso al agua potable, por lo que se les abastece mediante cisternas. Aún así, en la mayoría de los casos, los daños fueron atendidos de forma inmediata.
El pasado martes, dos helicópteros con personal del Ministerio de Seguridad trasladaron alimentos y agua a varias regiones de difícil acceso, como Alto Carona, Campo Verde, Alto Guaymí, La Palma, El Valle, La Peña y Punta Burica, en Pavón.
Camino a zona indígena quedó cortado
En el cantón de Corredores, el alcalde Yeison Hay Villalobos informó de que las 90 personas que permanecían en albergues en Ciudad Neily ya regresaron a sus hogares. Las zonas más afectadas fueron la comunidad indígena de Buriquí, en el poblado de Plancitos, así como Los Castaños, Pueblo Nuevo de Coto y La Campiña.
El daño más grave lo sufrió el camino hacia Buriquí, lo que obliga a ingresar por Golfito y extender tres horas el recorrido en vehículo.
Villalobos dijo esperar que la situación vuelva a la normalidad esta semana, aunque se mantienen en alerta, ya que los ríos presentan niveles altos y los suelos están saturados. Esto implica que una lluvia fuerte podría provocar nuevas inundaciones en las partes bajas.
Durante el temporal, unas 150 viviendas fueron inundadas, y muchas familias perdieron muebles, electrodomésticos y otros enseres. Aproximadamente 2.000 personas resultaron afectadas.
Actualmente, se evalúan los daños en los diques de los ríos Abrojo, Corredores y Coloradito, así como la necesidad de dragado en algunas áreas, como el canal Santa Rita.
En los cultivos de palma aceitera, las labores se reanudan gradualmente, aunque algunas zonas continúan inundadas, lo que impide extraer la producción.
En las fincas ganaderas aún quedan áreas donde los animales no puede pastar. En Los Castaños, los servicios de electricidad y agua potable todavía no han sido rehabilitados, y el abastecimiento se realiza mediante cisternas.
Sin puente en Ojochal de Osa
La vicealcaldesa de Osa, Aura Forester, señaló que en ese cantón las carreteras, caminos y puentes sufrieron daños severos.
En Ojochal, por ejemplo, el vado que servía para el tránsito de vehículos y personas fue arrasado por la fuerte corriente del río. Las autoridades municipales trabajan para poner un puente y rehabilitar el paso lo antes posible.
El dique del río Térraba impidió que las crecidas afectaran los poblados de Ciudad Cortés y Palmar Norte. Sin embargo, en un sector del barrio El Cementerio, varias casas se inundaron debido al desbordamiento de la quebrada El Zapatero, que provocó un empozamiento de agua al no tener salida.
La empresa Palma Tica colaboró con bombas para extraer el agua y permitir que las familias regresaran a sus hogares. Las 44 personas que permanecían en albergues ya retornaron a sus viviendas.
También hubo comunidades incomunicadas, como Riyito y San Josesito de Drake, El Progreso de Palmar Norte, Alto Laguna y otras, donde rescatistas de El Salvador llevaron ayuda.
Además, 123 familias de molusqueros y pescadores fueron auxiliadas con alimentos, al igual que casi 100 familias dedicadas a la agricultura, la apicultura y el trabajo en fincas ganaderas en La Guaria, Riyito, Finca 9 y otras localidades, .
Este miércoles, el personal administrativo y docente de escuelas y colegios retomó labores para preparar las aulas para reanudar clases, el próximo lunes 25 de noviembre.
Hasta ahora, solo se reportan daños en dos escuelas de Sierpe, aunque se espera que el número de reportes aumente. Forester indicó que los servicios de luz y agua potable ya fueron restablecidos en el cantón.
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