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La lucha contra la pandemia por covid-19 trastocó durante el 2020 el plan de gastos de la CNE, que tuvo que exprimir los recursos del fondo nacional de emergencias. Foto: Rafael Pacheco. (Rafael Pacheco Granados)
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) invirtió en el 2020 más de ¢57.000 millones de su fondo nacional de emergencias. De ese total, el 56% (¢32.000 millones) se giraron para enfrentar la pandemia por covid-19.
Se trata de la cifra más alta de los últimos tres años, pues en el 2019 la inversión en emergencias fue de ¢20.120 millones y el en 2018 fueron unos ¢18.648 millones, es decir, la tercera parte de lo que se invirtió el año pasado.
Así lo explicó en su informe el presidente ejecutivo de la CNE, Alexander Solís, quien dijo que para la atención de la emergencia sanitaria se ha trabajado de manera interinstitucional.
Los frentes van desde la asistencia a las instituciones para dotarlas de equipos de protección personal e insumos, hasta la asistencia humanitaria, con más 320.000 personas cubiertas.
Recordó, particularmente, el operativo transfronterizo para garantizar la seguridad de las personas que transportaban la mercancía por nuestro país, el operativo en fronteras para prevenir el ingreso de población ilegal y el proceso de vacunación que comenzó a finales del 2020.
Sobre este último aspecto, la CNE se encarga de la compra las vacunas, los congeladores y otros insumos.
Atención con más riesgos
Después de la covid-19, el mayor impacto fue por la influencia indirecta del huracán Eta, que afectó nuestro territorio la primer semana de noviembre y además de causar millonarios daños, cobró dos vidas en Coto Brus.
En su informe anual, Solís detalla que uno de los mayores retos fue atender los impactos de ese huracán en el contexto de la pandemia, debido a los riesgos.
“Nos habíamos preparado desde mayo. Habíamos creado un plan interinstitucional de respuesta para el periodo lluvioso del 2020, que consideraba los aspectos para atender una emergencia en medio de una pandemia”, dijo.
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La atención de desastres como el efecto del huracán Eta, requirió intervenciones diferenciadas para evitar brotes entre socorristas y damnificados este año, debido a la pandemia. Foto: CNE.
Agregó que los albergues diferenciados para personas con covid y sus contactos obligó a que todos los comités municipales de emergencias del Pacífico estuviesen listos para una respuesta oportuna.
Para una mejor atención, se establecieron cuatro nuevas bodegas en los dos litorales, para almacenar alimentos, avituallamiento y suministros.
Dichas bodegas están en Matina, Talamanca, Paquera y Santa Cruz. La inversión en las cuatro bodegas supera los ¢120 millones. Para este 2021 Solís dijo que esperan abrir otras seis.
Como parte de las labores preventivas, la CNE desarrolló durante el 2020 más de 2.750 inspecciones por deslizamientos, erosión superficial, escorrentía superficial, árboles inestables, rellenos con mal tratamiento en el proceso de compactación y otros.
Los cantones en que más se desarrollaron esas inspecciones fueron Puriscal, Desamparados, La Unión, Cañas, Acosta, Alajuelita, Pérez Zeledón, Heredia, Bagaces y Upala.
Se atendieron más de 4.000 reportes de emergencias y se dictaron 39 alertas.