Setiembre es uno de los meses más lluviosos del año, pero eso no logró aplacar el calor que alcanza cifras históricas en la ciudad de San José, así como el déficit de precipitaciones que fue generalizado en todo el país por efecto del fenómeno de El Niño.
El noveno mes del año mantuvo la misma tendencia de los cuatro meses anteriores y cerró como el setiembre más cálido de los últimos 80 años en la ciudad capital, según los registros históricos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN). Ni las ondas tropicales que pasaron, ni las fuertes lluvias que asolaron el territorio durante ciertos días fueron suficientes para romper la tendencia que lleva a los josefinos y a los habitantes de otras provincias a consumir más agua, utilizar abanicos y evitar salir a la intemperie durante las horas más calurosas.
El IMN informó que el récord actual en la ciudad de San José supera significativamente al anterior. Con una temperatura media de 21,6.°C el mes pasado, fue el más caluroso desde 1942, superando en casi medio grado Celsius a setiembre del 2020, que tenía la marca más alta con 21,2.°C.

La temperatura media se calcula promediando las temperaturas diurnas y nocturnas, por lo que difiere de la temperatura máxima. Según el IMN, el calentamiento ha afectado de manera uniforme a los tres índices de temperatura que monitorea: la media, la máxima y la mínima. De estos, la mínima (registrada durante las madrugadas) ha sido la menos afectada.
En setiembre, la temperatura más alta fue de 37,8°C y ocurrió 23 de setiembre en Filadelfia de Carrillo, Guanacaste. En la ciudad de San José, el día más caluroso fue el martes 26, cuando el termómetro marcó 29,8.°C.
Luis Fernando Alvarado, coordinador de Climatología del IMN, sostiene que estas anomalías climáticas se deben al calentamiento extremo que prevalece en ambos océanos y al cambio climático.
Setiembre fue deficitario en lluvias
Poco viento y humedad elevan temperaturas
FUENTE: IMN || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Cuando el IMN anunció que el fenómeno de El Niño se había establecido, a principios de julio, la expectativa era que el Pacífico se secaría y habría más lluvias en el Caribe, como es habitual cada vez que ocurre este disturbio climático, pero esta vez en el Caribe persistió la sequía meteorológica que comenzó dos años atrás.
Lo anterior se debe a que al mismo tiempo en que se calentó el océano Pacífico Ecuatorial ( lo cual generó el Fenómeno de El Niño), se experimentó un incremento de temperatura en el océano Atlántico, lo que inhibió el aumento de lluvias esperado en Limón, resultando en sequía en ambos litorales.
La situación comienza a inquietar de cara a la estación seca del 2024, pues hay menos recarga de acuíferos, menos caudal en los ríos y menos producción de electricidad, entre otras cosas, situación que llevó al Instituto Costarricense de Electricidad a abrir de urgencia una contratación para arrendar plantas que generan electricidad por medio de turbinas activadas con diésel o búnker.
El calentamiento del Atlántico también ha influido en la trayectoria de los ciclones. La mayoría se ha fortalecido en medio del mar y al ganar fuerza tan lejos, la rotación de la Tierra los desvía con más facilidad hacia el norte. De los 18 ciclones que se han formado, la mayoría se ha desviado hacia el hemisferio norte antes de llegar a las Antillas Menores, sin siquiera una influencia indirecta sobre nuestro país, lo que incide en la ausencia de las lluvias que estos fenómenos suelen inducir.

Más días secos
En cuanto a las precipitaciones de setiembre, la provincia de Limón, así como Guanacaste, Puntarenas y Cartago, se encuentran en números rojos. El mapa de lluvias del IMN solo muestra dentro de parámetros cerca de lo normal algunas áreas de San José, Heredia y San Carlos, así como los cantones de Corredores y Coto Brus, que limitan con Panamá, el resto del país experimentó menos lluvias, siendo Guanacaste y el Caribe sur las más afectadas.
Regiones como Puerto Soley en La Cruz y y Cuajiniquil de Santa Elena, en ese mismo cantón guanacasteco, así como el cantón de Cañas, son de los de menos precipitaciones en setiembre.
Persiste una distribución irregular de los días con lluvias y días secos. Por ejemplo, en setiembre San José registró 305 litros por metro cuadrado o milímetros (mm), lo que significa una disminución del 7% ya que el promedio es de 327 mm; sin embargo el 60% de ese total cayó en solo cuatro días. Adicionalmente, de los 30 días del mes, 14 fueron secos (0 mm). Es decir, los pocos días de lluvia que hubo fueron muy lluviosos, explicó Luis Fernando Alvarado.
En la vertiente del Caribe, la sequía solo podría atenuarse temporalmente por la influencia de los frentes fríos a fin y principio de año, debido a las lluvias asociadas a éstos. Sin embargo, esa condición seca no va a terminar debido a esos fenómenos, ya que el déficit acumulado hasta setiembre es bastante alto y empeoraría con la temporada seca.
El IMN afirma que las expectativas para octubre continuarán con el mismo patrón anómalo de lluvias y temperaturas que hemos observado en los últimos meses. La inercia generada por El Niño y el mismo calentamiento global, impedirán que surjan condiciones normales o más frías en los próximos meses.
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