Polvo del Sahara pierde fuerza debido a la influencia del fenómeno de El Niño

Las nubes de polvo del Sahara, características del período canicular, no han llegado a nuestro territorio. Aunque se esperaba una de ellas para este fin de semana, la meteoróloga Gabriela Chinchilla, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), afirma que solo alcanzará Nicaragua y Honduras, al norte del istmo.

Esas masas de aire seco con partículas microscópicas suspendidas, que viajan desde África, suelen generar alergias en personas asmáticas o propensas a otros problemas respiratorios. En esta temporada se espera que su arribo sea menos intenso que en otros años y por ende haya menos complicaciones para esas personas.

El jefe de la Unidad de Climatología del IMN, Luis Fernando Alvarado, afirmó que aunque aún no existe mucha investigación al respecto, la presencia del fenómeno de El Niño genera algunas variantes en cuanto a la llegada de esas nubes de polvo al país.

Citó un estudio realizado en Estados Unidos sobre el impacto de El Niño Oscilación del Sur (ENOS) en los niveles de polvo, en el que se concluye que durante los eventos de El Niño las concentraciones se ven disminuidas, mientras que en los episodios de La Niña, suelen aumentar.

Ese análisis abarcó desde 1982 hasta 2019 y fue elaborado en Boston por los expertos de Harvard: Jing Li, Eric Garshick, Shaodan Huang y Petros Koutrakis.

Alvarado sostiene que este año se percibe un retraso en la llegada de esas nubes secas a nuestro país. “Las que han llegado al norte del istmo lo hacen con poco contenido de polvo. De hecho, el análisis general hasta la fecha indica que la temporada ha estado más débil de lo normal”, explicó.

Atardeceres rojos

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La presencia de polvo del Sahara habitualmente seca la atmósfera y reduce las lluvias en julio y agosto, meses en que son más frecuentes las incursiones de esas polvaredas. El aumento en la velocidad de los vientos alisios arrastra hacia el istmo gran parte de esas partículas que provienen del desierto del Sahara, en el oeste africano, y que atraviesan todo el Atlántico y el Caribe en esta época del año.

Cuando esas masas arriban hay menos posibilidades de lluvias y tormentas eléctricas y son habituales los atardeceres rojos debido al efecto de los rayos solares en la atmósfera cuando esas partículas están presentes.

El experto indicó que las regiones de nuestro país que suelen ser más afectadas por ese fenómeno son el Valle Central, el Caribe norte, la zona norte y el Pacífico norte; es decir, quedan fuera el Pacífico central y el Pacífico sur. Esto se debe, en parte, a la barrera natural que impone la cordillera de Talamanca, donde se encuentran los cerros más altos del país.

Gabriela Chinchilla, del IMN, coincide en que la concentración este año ha sido baja en comparación con algunas nubes de polvo muy fuertes que se han presentado años atrás.

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Destacó que desde semanas anteriores se ha notado el arribo de nubes de polvo en la parte norte del istmo. “Está en el vecindario, pero no lo tenemos acá encima”, expresó. Debido a la debilidad de esas masas, a veces pueden pasar inadvertidas para la mayoría de personas, pero influyen en que haya menos lluvia.

Recordó que este fenómeno es parte de lo que acompaña cada año a las canículas, ya que al aumentar el viento hay más intrusiones de esas masas.

Pocas lluvias

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En cuanto a las condiciones del tiempo para la tarde de este sábado y el día domingo, la especialista prevé que estará sin lluvias en el Valle Central y Guanacaste, como es común en estas regiones durante el periodo canicular.

Se espera que el viento siga moderado, por lo que solo habrá precipitaciones aisladas durante la tarde en la península de Nicoya, el Pacífico Central y el Pacífico Sur. Se esperan solo chubascos dispersos en la zona norte, mientras que el Caribe va a estar menos nublado y solo se prevén lluvias aisladas y dispersas en la tarde.

Será hasta la próxima semana en que la onda tropical N.° 20 traiga un leve refuerzo en las lluvias, principalmente las vespertinas.