Los sismos de origen volcánico en la cima del Rincón de la Vieja aumentaron, lo que indica un rompimiento de rocas en el interior del cráter debido a un pequeño empuje de material magmático que intenta ascender. Por esta razón, los científicos prevén que las erupciones observadas desde mediados de agosto podrían incrementarse en las próximas semanas.
Los sensores del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) detectaron la semana pasada 13 erupciones y 11 exhalaciones de carácter freático y luego un aumento en su magnitud. Hasta el momento, ninguna de estas erupciones se asocia con lahares o emisiones de ceniza.
Javier Pacheco, vulcanólogo del Ovsicori, afirmó que los sismos se encuentran a aproximadamente tres kilómetros por debajo de la cima. “Esto indica que posiblemente ha habido ingreso magmático en los últimos tres meses y ahora está fracturando rocas en su intento de ascender hacia la superficie. Por lo tanto, podríamos experimentar actividad similar a la de abril, que hasta ahora ha sido la más intensa de este año”, explicó.
Los instrumentos también muestran cambios en los reservorios de agua ubicados a unos tres kilómetros por debajo de la cima del volcán, lo que sugiere la posibilidad de más erupciones.

Como la actividad volcánica es continua y prolongada, los científicos deducen que el conducto se encuentra abierto. El gas se libera fácilmente desde la base del cráter hacia la superficie, mientras que las plumas de vapor de agua alcanzan alturas de entre 500 y 1.000 metros.
El informe más reciente señala que la probabilidad de erupciones de mayor magnitud en comparación con las últimas semanas sigue siendo alta. Por esta razón, la Comisión Nacional de Emergencias mantiene la alerta verde que se emitió el 26 de mayo para las áreas cercanas, incluyendo los distritos de Dos Ríos y Aguas Claras de Upala, así como Cañas Dulces, Mayorga y Curubandé de Liberia.
Según el Ovsicori, desde el 25 de agosto se ha observado un leve aumento en la frecuencia y amplitud de las erupciones freáticas, aunque se han mantenido estables recientemente.
Un volcán activo y en constante cambio
El volcán tiene una altura de 1.916 metros sobre el nivel del mar, pero el cráter activo se encuentra a 1.700 metros. Desde el 22 de setiembre del 2011 está prohibido el acceso de turistas al cráter debido al riesgo que la salida de material hirviente representa para quienes se acercan a la cima.
La erupción más fuerte de este año ocurrió el 21 de abril. Fue de menor energía y dimensiones que la erupción del 28 de junio del 2021, que ha sido la más potente de los últimos 11 años. Según el Ovsicori, el Rincón de la Vieja es muy dinámico y las condiciones actuales pueden cambiar rápidamente a corto o mediano plazo.
Las erupciones freáticas son explosiones que emergen de lo profundo y salen por el lago debido a la conversión súbita de fluidos en vapor de agua, generada por la presencia de un cuerpo de magma relativamente superficial. Este proceso de cambio de fluido a vapor destruye las rocas que confinan el material y libera una gran cantidad de energía, capaz de elevar y arrojar materiales alrededor del cráter.
Javier Pacheco menciona que la cámara magmática del Rincón de la Vieja podría encontrarse a unos cuatro kilómetros por debajo de la cima.
A pesar de que en las últimas semanas el tiempo ha estado mayoritariamente nublado y no se ve la cima, todas las erupciones quedan registradas en los sensores de infrasonido y se revisan periódicamente para eventuales solicitudes de aumento en el nivel de alerta si fuera necesario.
El nivel del lago cratérico continúa descendiendo lentamente, ya que a pesar del agua de lluvia que cae al coloso, las constantes erupciones liberan agua en forma de gas extremadamente caliente hacia la superficie.