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Hay algunas cafeterías o restaurantes que entran en esa subcarpeta mental que todos tenemos: “Lugares donde puedo ir a tomar café y trabajar”. Por lo general, son locales que tienen un ambiente acogedor, excelente conexión a internet, un espacio tranquilo, iluminado y, en algunos casos, silencioso. Puede ser que, con suerte, encuentre también un exquisito menú de tostadas, sándwiches y pizzas; de ser así, se trata de TOAST Café & Tea Shop, en Ciudad Quesada de San Carlos.
En esta sección de recomendaciones gastronómicas no queremos pecar de “vallecentralistas”, y TOAST es una buena motivación para hacer un “viaje redondo” a San Carlos. Maneja poco más de dos horas, visita una zona rural, hace senderismo o un picnic en las montañas, disfruta de las aguas termales y pasa a TOAST por una deliciosa tostada de jamón serrano y una crema de ayote que le recordará la cuchara más casera.
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Existen dos tipos de persona, las que llegan a un lugar y con echar un vistazo al menú saben qué escoger, y las que necesitamos un poco de ayuda para decidir entre un sándwich de pollo y tocineta, una tostada de pesto con hongos, o una pizza de la casa.
A este grupo de indecisos, Monserrat y Sebastián les atenderán con una cautivadora cortesía, aunque les describirán los platillos con tal detalle que solo aumentará su titubeante antojo.
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No es en vano la calificación de 4,7 estrellas con 277 reseñas en Google. TOAST ofrece un equilibrio perfecto: un espacio acogedor para conversar o trabajar, un menú exquisito, variado e innovador, precios accesibles y completamente acordes con la calidad.
También tiene una ubicación estratégica, a medio camino entre los destinos turísticos más variados, desde las montañas del parque nacional Juan Castro Blanco, hasta el volcán Arenal o las aguas termales de La Palmera de San Carlos.
Algunos de los comensales de TOAST aseguran que la especialidad de la casa son las tostadas, recomendación que es refrendada por algunos de los meseros. Este redactor confió en esa sugerencia y confirmó que la tostada de salmón, con una deliciosa salsa de queso crema, tomates cherry y guisantes, cumple y supera las expectativas.
Si bien las tostadas estaban exquisitas, el platillo que acaparó el protagonismo —furtivamente, pues por definición está hecho para un rol secundario—, fue la entrada: la crema de ayote recomendada por el personal de TOAST, delicadamente espesa y con suave sabor a especias, acompañada por palillos horneados con la misma masa que las pizzas. Este caldo deja la misma sensación que la sopa de pollo de la abuela, o la sopa de albóndigas de la mamá: como en casa.
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Para concluir el deleite con honores, le recomiendo pedir uno de los deliciosos cafés o tés que ofrece TOAST. Hay para todos los gustos, desde el clásico americano para los amantes del sabor amargo, hasta los provocadores frappé de horchata, galleta, moka o el de la casa.
Por el lado de los tés, puede optar por uno tipo chai en leche, o por una infusión herbal de la amplia carta. Sin embargo, si prefiere un gusto más azucarado, le sugiero considerar un delicioso milkshake o una tradicional aguadulce.
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Los menús de TOAST ofrecen lo mejor de varios mundos presuntamente antagónicos: innovación y tradición, salud y “placeres culposos”, suavidad y sabores fuertes, amargor y dulzura, café y té, salmón y jamón serrano. Todo esto sin llegar al punto de aturdir con una carta demasiado amplia o confusa.
Esta cafetería hace equilibrio con una delicada destreza para satisfacer a los comensales de los más variados gustos. Por eso, en esta edición, Revista Dominical le ofrece otra buena motivación para visitar San Carlos.
