El 19 de junio, a las 7:30 de la mañana, un sicario ingresó a la casa de Roberto Samcam, férreo opositor de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Subió las gradas del complejo de apartamentos y le arrebató la vida con ocho disparos. Su muerte se suma a la lista de atentados perpetrados contra opositores del régimen en territorio costarricense.
Desde entonces, el Poder Ejecutivo guarda silencio. Ni Presidencia ni Cancillería han emitido un pronunciamiento oficial, ni siquiera una condolencia.
Para la prominente exguerrillera y opositora nicaragüense Dora María Téllez, ese es el objetivo del régimen.
“El cálculo de los Ortega-Murillo es contar con silencios. Contar con el silencio de Costa Rica, con el silencio de otros gobiernos, contar con que la gente vuelva a ver para otro lado, contar con que a nivel internacional hay condiciones sumamente críticas y que eso hace que la atención esté concentrada en otras cosas”, considera Téllez.
“Para los Ortega-Murillo todos los tipos de silencio son útiles”.

Téllez es un símbolo de la guerrilla contra la dictadura de Anastasio Somoza y conoce de cerca las consecuencias de una dictadura. Pasó 606 días sumida en la oscuridad de una celda en El Chipote, conocida como “la peor cárcel de Ortega” y señalada como centro de tortura por el Observatorio Nicaragüense Contra la Tortura.
En agosto de 1978, Téllez formó parte del escuadrón que llevó a cabo la “Operación Chanchera” y asaltó el Salón Azul del Palacio Nacional de Managua. Tenía solo 22 años. En junio de 2021, fue arrestada por la dictadura, golpeada y encerrada. “Traición a la patria” y “conspiración”, justificó el gobierno.
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Inteligencia nica opera en Costa Rica
Tras el asesinato de Samcam —también perseguido por la dictadura—, le sorprende la ausencia de declaraciones del gobierno y no la comprende.
“Me llama mucho la atención el silencio del presidente Chaves. (Samcam) es una personalidad relevante que estaba refugiada en Costa Rica, han concurrido numerosas evidencias de qué puede tratarse y, obviamente, es un problema que toca la seguridad pública del país y la integridad territorial”, afirma.
Para Téllez no hay duda de que la inteligencia nicaragüense opera en todos los países, en particular en Costa Rica. “Como en Costa Rica está concentrada la mayor parte del exilio y la migración nicaragüense, pues lógicamente el régimen de los Ortega-Murillo tiene ahí un grupo destacado para coordinar la labor de inteligencia dentro de Costa Rica”, considera.
“No me cabe ninguna duda. Y Roberto fue más allá todavía, Roberto señaló nombres y apellidos en unos artículos que publicó en en Facebook”, agrega.
Para Téllez, la “posición crítica fuerte sobre el papel del ejército y la subordinación que ha tenido con la familia Ortega-Murillo” que tenía Samcam fue causa de evidente molestia para la pareja. “Entonces, esa es una persona la cual los Ortega Murillo quieren sacar de de circulación. Es un momento en el cual además están capturando a un general en retiro, a otros oficiales en retiro y a un oficial en servicio activo que ya pues fueron condenados a 50, 30 y 20 años de cárcel”, dice Téllez en referencia a otros militares capturados en Nicaragua en meses recientes.

A diez días del atentado, Revista Dominical consultó a Cancillería el motivo por el cual no ha habido pronunciamiento sobre el asesinato de Samcam, ciudadano español, así como una explicación sobre los factores que median para mantener silencio.
El departamento de prensa de la institución indicó que el caso está en investigación y que no se pronunciará hasta tener los resultados. Esta revista también solicitó la declaración de Presidencia, sin respuesta al cierre de esta nota.
“Era esperable una reacción del Poder Ejecutivo. La gran pregunta es por qué no se ha pronunciado, por lo menos una expresión de condolencia mínima”, dice. “Una expresión de la voluntad de investigar —lo está haciendo el OIJ— y una expresión en relación con los refugiados nicaragüenses", asevera Téllez.
La exguerrillera fue liberada del Chipote el 9 de febrero de 2023 junto a 221 opositores más que viajaron en un vuelo desde Managua hasta Washington D. C. La dictadura revocó su nacionalidad.